Científicos confirman que los animales tienen un sexto sentido y pueden predecir terremotos

Por Mundo Esotérico y Paranormal

Existen numerosas historias sobre cómo los perros comienzan a comportarse de manera anormal justo antes de un terremoto, cómo los elefantes parecen volverse locos antes de un deslizamiento de tierra, o cómo cambian los patrones de movimiento de los tiburones antes de un huracán o un ciclón. Todos estos incidentes sugieren un hecho interesante; ¿Es posible que los animales puedan predecir desastres naturales, o al menos alguna anomalía en el curso natural de los eventos terrenales?

Es posible que hayas notado que tu perro no quiere salir de casa justo antes de que comience a llover. Por ejemplo, antes de que la gente comenzara a sentir las primeras sacudidas del terremoto de Guyarat (India) de 2001, los perros callejeros ladraron salvajemente, corrieron sin sentido y mostraron otros signos de comportamiento inexplicables.

Aunque hasta el momento no ha habido pruebas científicas concretas para validar la hipótesis sobre el poder de los animales para detectar desastres naturales antes de que realmente ocurran, hay innumerables evidencias anecdóticas significativas de la existencia de un sexto sentido animal.

Pero ahora un nuevo estudio realizado por el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, Alemania, finalmente ha confirmado que los animales pueden predecir catástrofes. Los resultados han sido publicados en la revista científica Ethology.

Los animales predicen terremotos

Para el experimento, el equipo se centró en un área propensa a sufrir terremotos en el norte de Italia. Conectaron sensores a seis vacas, cinco ovejas y dos perros ya conocidos por su “sexto sentido”, y registraron sus movimientos durante varios meses. Para evitar datos erróneos, el equipo registró un comportamiento anormal en línea con los criterios objetivos y estadísticos, y lo hizo para todas las ocurrencias, ya sea antes de un terremoto o no.

“De esta manera, nos aseguramos de que no solo establezcamos correlaciones retrospectivamente, sino que también tengamos un modelo que pueda usarse para las predicciones”, dijo Martin Wikelski, director del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal y coautor del estudio, en un comunicado.

A partir de los datos de actividad del animal reunidos por los sensores, Wikelski y el equipo descubrió patrones de comportamiento inusuales hasta 20 horas antes de un terremoto. De hecho, cuanto más cerca estaban los animales del epicentro del terremoto, más temprano comenzó su comportamiento inquieto, agregando más evidencia a la hipótesis que se estaba probando.

“Este comportamiento es exactamente lo que cabría esperar cuando los cambios físicos ocurren con mayor frecuencia en el epicentro del inminente terremoto y se debilitan con el aumento de la distancia”, explicó Wikelski.

El biólogo alemán continuó explicando que antes de que el comportamiento de los animales pueda usarse para predecir terremotos, los investigadores deberán observar un mayor número de animales durante períodos más largos en diferentes zonas de terremotos en todo el mundo. Para esto, quieren usar el sistema global de observación de animales ICARUS en la Estación Espacial Internacional, que comenzará su operación científica en unas pocas semanas.

Hasta el momento la ciencia no ha podido predecir cuándo y dónde ocurrirá un terremoto, en parte porque los sismólogos no encuentran señales de la Tierra que precedan consistentemente a un terremoto. Pero con este nuevo estudio se demuestra que los animales poseen un sexto sentido.

Sin embargo, esto es solo el comienzo de una nueva controversia científica ya que algunos expertos sugieren que los animales usan su pelaje para sentir la ionización del aire, causada por las altas presiones de las rocas en las zonas de terremotos; otros proponen que los animales pueden oler los gases liberados por los cristales de cuarzo antes de un terremoto.

Lo que está claro es que los terremotos representan una seria amenaza para las personas y el medio ambiente. Además, siempre comienzan de forma inesperada. Ahora podemos decir que el comportamiento anormal de los animales puede salvar vidas. Por ejemplo, el terremoto de Haicheng de 1975, China, se predijo precisamente al observar serpientes y ratas que salían rápidamente de sus agujeros.

Las autoridades locales decretaron la alarma al observar su comportamiento extraño y evacuaron a los habitantes el día anterior al desastre. A pesar del hecho de que hay muchos de estos casos, la comunidad científica se ha mostrado reacia a confirmar que los animales posees una capacidad innata para predecir terremotos. Y es algo normal, porque esta nueva investigación también demuestra que hay cosas que escapan a nuestra comprensión. No todo se puede demostrar.

¿Estamos a las puertas de una nueva era de la ciencia? ¿La comunidad científica acabará aceptando la existencia de capacidades que van más allá de lo que podemos entender?

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