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Por Trikooba News
Contrariamente a la creencia popular, una parte significativa de las hospitalizaciones en Ontario son de personas completamente vacunadas. Las estadísticas trazan con bastante claridad la línea entre los hechos y las construcciones ficticias al señalar a los individuos completamente vacunados como «superpropagadores» del virus.
La mayoría de las personas en los hospitales que padecen COVID-19 estaban «completamente vacunadas», según estadísticas del gobierno de Ontario, de acceso público.
Según la información, parece haber 1.327 «casos completamente vacunados» en los hospitales al 7 de enero, en contraste con solo 441 «casos sin vacunar». Había 100 pacientes dentro del hospital por «casos parcialmente vacunados».
Hay 119 «casos no vacunados», 17 «casos parcialmente vacunados» y 106 «casos completamente vacunados» en la UCI de Ontario.
La gran proporción de pacientes que resultaron positivos para COVID en Ontario provienen de individuos «completamente vacunados», según los datos.
El 7 de enero, la provincia registró 9.515 casos entre ciudadanos “totalmente vacunados”, frente a 1.543 casos entre los que no habían sido vacunados. En los que han sido «parcialmente vacunados», se han registrado 375 casos.
Según las estadísticas de Alberta y de Quebec, la mayoría de las personas hospitalizadas debido al COVID también estaban «completamente vacunadas».
La administración de Alberta reporta a 258 pacientes hospitalizados positivos en COVID que tienen un registro de vacunación «completo», 19 personas con un estado de vacuna «parcial» y 221 personas que no están vacunadas.
El supuesto COVID se ha relacionado con 1.948 pacientes «completamente vacunados» en los hospitales de Quebec. Donde había 1.046 pacientes “no vacunados” y 78 personas “parcialmente vacunadas”.
La abrumadora cantidad de nuevos “casos” de COVID en todas las provincias canadienses se encuentran en aquellas que han sido completamente vacunadas.
A pesar de los elogios del gobierno canadiense por la eficacia de las vacunas COVID, los estudios rara vez han demostrado que previenen la infección o la transmisión. Ni siquiera garantizan reducir la hospitalización; en cambio, evalúan el desempeño al supuestamente reducir los síntomas graves de COVID-19.
Todos los gobiernos provinciales de Canadá han contribuido a la locura de las pruebas de COVID mediante la distribución de kits de prueba caseros gratuitos proporcionados por el gobierno federal.
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