El PCCh emite brazaletes para monitorear la ubicación y la temperatura a los residentes de Beijing que regresan de otras ciudades

Por Infowars

Los residentes de Beijing que regresan a la ciudad desde otros lugares reciben pulseras electrónicas que monitorean la temperatura corporal y rastrean los datos de ubicación.

Según los informes, el Partido Comunista Chino exige que las pulseras se usen las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y solo se pueden quitar mientras se ducha o para reemplazar las baterías, informa la activista china de derechos humanos Jennifer Zeng.

Según el PCCh, el propósito de las pulseras, que cargan datos en las aplicaciones telefónicas que las acompañan, es ayudar al gobierno a combatir la propagación del covid-19.

Reuters también informa que a los residentes de Beijing que regresan de viajes nacionales se les pide que usen rastreadores de biovigilancia durante los períodos obligatorios de cuarentena domiciliaria.

Las autoridades chinas también han “equipado puertas con sensores de movimiento para monitorear sus movimientos, pero hasta ahora no han discutido ampliamente el uso de pulseras electrónicas”.

Numerosas publicaciones en la aplicación de redes sociales chinas Weibo supuestamente sospechan mucho de las pulseras, y varios usuarios las comparan con esposas conectadas a Internet y las llaman “excesivas”.

Reuters informa que muchas de esas publicaciones “fueron eliminadas el jueves por la tarde, así como un hashtag relacionado que obtuvo más de 30 millones de visitas, generando una discusión animada en la plataforma”.

Hong Kong también ha comenzado a exigir pulseras electrónicas para las personas que dan positivo por covid y deben permanecer en cuarentena en sus hogares.

“Los pacientes que se consideran aptos para la cuarentena domiciliaria generalmente deben someterse a un período de aislamiento de dos semanas”, informa el South China Morning Post. “Aquellos con al menos dos dosis de la vacuna Covid-19 podrán salir después de dar negativo consecutivamente en el sexto y séptimo día”.

Los residentes de Hong Kong que violen las reglas se enfrentan a fuertes multas o penas de prisión.

Muchos temen que las pulseras se utilicen más tarde para rastrear los movimientos de los disidentes o de las personas que asisten a las manifestaciones de protesta contra el Partido Comunista Chino.

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