Prohibido vivir

Es por tu bien. No vivas. Corres el riesgo de morir. Quédate en casa. No salgas a la calle. Si lo haces, permanece en tu pueblo. Como muy lejos, dentro de los límites de tu provincia.

Obedece a tu presidente autonómico, aunque no sea nadie para decidir sobre tu movilidad en el territorio de tu nación. Llega a tu hora a casa hoy. Llega a tu hora a casa mañana. Acata cada orden que se te de, por muy ilegal que sea. Nadie las cuestiona. No lo hagas tú.

Obedece al policía que abre de una patada tu puerta y asalta tu domicilio con la excusa de que estás pasando un buen rato. Obedécele también cuando te pregunte a dónde vas, cuando te ordene volver a casa, cuando te siga hasta ahí. Cuando transgreda la ley. Son normas. No las ha puesto él.

Cubre tu rostro. Es por tu bien. Aunque lo hagas con un trapo sucio. Con lo que sea. No muestres tu sonrisa. No veas las de los demás, en el caso hipotético de que te cruces con alguna. No te reconozcas en los escaparates de las pocas tiendas que aún no han cerrado para siempre. Acepta la desaparición de los paisajes de tu infancia. Seguramente, no serían esenciales.

Es por tu bien. Calla. Sospecha. Recela del vecino. Teme a tu amigo. Incrépale llegado el caso. Delátale orgulloso. Cuanto más solo, más sano. Cuanto más lejos, aunque al lado, más seguro. Sé buen ciudadano. Ignora los hechos. Desconfía de la falta de síntomas. No los necesitas. Cumple las normas. Cualesquiera. Son normas. No las has puesto tú.

No corras. No saltes. No hables en el transporte público. De casa al trabajo. Olvida el ocio. Es cosa de un pasado en el que la vida no estaba reducida a supervivencia, en el que la Verdad no permanecía secuestrada por la percepción. Produce. Si te dejan. Y regresa. Del trabajo a casa. En silencio. Por el camino más corto.

Mira la tele. Otra vez los informativos. Cambia de canal. El programa de siempre. A cualquier hora. No importa. Sigue mirando. Mira un poco más. Conoce la jerga. Repítela. Memorízala. Asúmela. Difúndela. Repítela. Ya es tuya.

Saldremos más fuertes. Mejores. Son sólo dos semanas. La curva. Un último esfuerzo. Los héroes. La guerra.

Es por tu bien. No los abraces. No los visites. No te despidas. No los entierres.

Obedece. Corres el riesgo de vivir.

O’Mullony
(Fuente: https://www.actuall.com/)

Visto en: Astillas de Realidad

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