por Por LifeSiteNews
La Casa Blanca ya intentó recopilar información de cuentas bancarias de estadounidenses en octubre pasado, en un movimiento que Richard Grenell advirtió que podría repetirse.
Richard Grenell, exdirector de inteligencia nacional del entonces presidente Donald Trump, tuiteó el 30 de abril que los estadounidenses deben tener cuidado con el “Ministerio de la Verdad” de la nueva administración Biden que congela las cuentas bancarias en nombre de la protección contra la desinformación.
“No se sorprenda si el Departamento de Desinformación congela su tarjeta de cajero automático hasta que elimine sus opiniones no aprobadas”, escribió Grenell. “Los demócratas están armando a las agencias gubernamentales con un abandono imprudente”.
Don’t be surprised if the Department of Misinformation freezes your ATM card until you delete your unapproved opinions.
Democrats are weaponizing government agencies with reckless abandonment.
— Richard Grenell (@RichardGrenell) April 29, 2022
La Casa Blanca ya hizo un intento de recopilar información de cuentas bancarias de los estadounidenses en octubre pasado, a través de una directiva al IRS. Según un informe de ABC News , la administración de Biden tuvo que dar marcha atrás “en una propuesta controvertida para ordenar al IRS que recopile datos adicionales sobre cada cuenta bancaria que registra más de $600 en transacciones anuales”.
El cambio se produjo “después de las críticas generalizadas de los legisladores republicanos y representantes de la industria bancaria, quienes dijeron que la estrategia de aplicación de impuestos representaba una violación de la privacidad por parte del gobierno federal”, según el informe de ABC.
El senador republicano John Thune de Dakota del Sur dijo en ese momento: “Entonces, ¿cuánto tiempo les tomará decir: ‘Bueno, sabes que necesitamos un poco más de información porque realmente no podemos hacer mucho de esto?’ Entonces van a querer transacciones individuales y quién sabe qué”.
Ahora, la nueva Junta de Gobernanza de la Desinformación (DGB, por sus siglas en inglés) de Biden ha sido criticada por el Wall Street Journal, quien la comparó con la policía secreta de los comunistas rusos, la KGB.
Los peligros de la DGB se amplificarán si se convierte en la herramienta de los actores políticos partidistas. Y ya lo tiene. La directora ejecutiva Nina Jankowicz… ha dicho: “A menos que mitiguemos nuestra propia polarización política, nuestros propios problemas internos, seguiremos siendo un blanco fácil de manipular para cualquier actor maligno, ruso o iraní, extranjero o nacional”.
Sí, lo leiste bien. Todos debemos alinearnos debido a las muchas amenazas graves, tanto nacionales como extranjeras, que existen. Las opiniones políticas incorrectas se convierten en una amenaza para la seguridad nacional. La DGB ya se parece terriblemente a la KGB.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo sobre el nuevo departamento en una conferencia de prensa en abril que ayudaría a “ abordar el terrorismo no autorizado, otras amenazas y ver cómo la desinformación y la información errónea están siendo impulsadas para aumentarlas”.
El gobierno canadiense bajo el primer ministro Justin Trudeau usó ese pretexto para justificar la congelación de miles de cuentas bancarias a fin de poner fin a la protesta Freedom Convoy en Ottawa a principios de este año.
Como informó LifeSiteNews en marzo, Ryan Schwartz, director general interino de la rama de seguridad cibernética del Departamento de Seguridad Pública de Canadá, dijo que “un área que vale la pena examinar” de los “recientes bloqueos en febrero” son los efectos “de la información errónea y la desinformación que puede fluir en cascada a través de las plataformas de redes sociales’”.
La Ley de Emergencia de Trudeau , invocada el 14 de febrero, estipuló que “un banco u otro proveedor de servicios financieros podrá congelar o suspender inmediatamente una cuenta sin una orden judicial”. La invocación de la Ley fue recibida con protestas por parte de los canadienses y los miembros del Parlamento que la denunciaron como injustificada e inconstitucional.
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