por Por DAILYSCEPTIC
Visto en: Trikooba Blog
Según una respuesta a una solicitud oficial de información de la aseguradora alemana Techniker Krankenkasse, el número de casos facturados de efectos adversos relacionados con vacunas que necesitan tratamiento médico se disparó en 2021 en comparación con 2019 y 2020.
La solicitud se refiere a cuatro códigos de diagnóstico:
- T.88.0: Infección tras la inmunización
- T.88.1: Otras complicaciones después de la inmunización
- U.12.9: Efectos adversos tras la inmunización por Covid-19
- Y.59.9: Complicaciones debidas a vacunas o sustancias biológicas
En 2019, el número total de diagnósticos confirmados fue de 13.777. En 2020 fueron 15.044. En 2021 el número total fue de 437.593. Esto es más de treinta veces el promedio de esos cuatro códigos en 2019-2020, un aumento del 2.937%.
Más precisamente, son los T.88.1 – Otras complicaciones después de la inmunización, y U.12.9 – Efectos adversos después de la inmunización covid-19 – los que están aumentando. Este último código, por supuesto, no tiene datos de los años anteriores, pero cerca de 150 mil incidencias en 2021.
Aproximadamente 11 millones de personas están aseguradas por la Techniker Krankenkasse. Por lo tanto, 473.593 casos de tratamiento médico resultante de la vacunación equivalen a alrededor de una de cada 23 personas vacunadas, suponiendo que los 11 millones estén vacunados. La tarifa para 2019 y 2020 es de una de cada 760 personas.
El esfuerzo de vacunación contra COVID-19 no tiene precedentes en su escala y, por lo tanto, se espera un aumento en el número de efectos adversos. Pero, ¿qué se debe esperar? Podemos tratar de corregir la diferencia de escala para comparar el esfuerzo de vacunación contra el COVID-19 con la vacunación contra otras enfermedades. Como los números totales alemanes no son fáciles de obtener, nos aproximamos a esto utilizando estimaciones mundiales.
En 2017, la OMS estima que se administraron 2.700 millones de dosis de vacunas en todo el mundo. En 2021, el 57,7% de la población mundial había recibido al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19, lo que equivale a unos 4.550 millones de personas.
De esto podemos concluir que el número de personas vacunadas contra COVID-19 el año pasado fue aproximadamente 1,7 veces el número de vacunados contra otras enfermedades. Por lo tanto, suponiendo que el número de personas vacunadas contra otras enfermedades se mantuviera igual, el número de vacunados en total contra cualquier enfermedad en 2021 fue 2,7 veces el número anterior.
Corrigiendo esta diferencia obtenemos un aumento de once veces en los efectos adversos que necesitan tratamiento médico. Esta es una estimación aproximada, pero nos da una idea de la tasa real.
En febrero pasado, un miembro de la junta de otra compañía de seguros alemana, BKK Provita, Andreas Schöfbeck, informó al Instituto Paul Ehrlich de un aumento de diez veces en la tasa de incidencia de efectos adversos entre los clientes de la compañía, debido a las vacunas COVID-19. Schöfbeck fue despedido rápidamente de la compañía después de su revelación.
La base de datos VAERS de EE. UU. Muestra un aumento de 35 veces en las muertes reportadas relacionadas con la vacuna en 2021 en comparación con 2019. En 2021, Islandia vio un aumento de 160 veces en los informes de todos los efectos adversos de la vacunación en comparación con 2019. En julio de este año, el Seguro Nacional de Salud de Islandia había recibido 40 solicitudes de daños resultantes de la vacunación contra la COVID-19, aproximadamente una por cada 8.000 personas vacunadas.
Estudios recientes sobre el exceso de mortalidad y los efectos adversos indican que las vacunas de ARNm proporcionan especialmente un beneficio limitado, si es que lo hace. El Dr. Martin Kulldorff, ex profesor de la Escuela de Medicina de Harvard, miembro del Comité Asesor de Seguridad de Medicamentos y Gestión de Riesgos de la Administración de Alimentos y Medicamentos y ex miembro del Subgrupo de Seguridad de Vacunas del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de los Centros para el Control de Enfermedades, concluyó en un artículo en julio pasado que los beneficios para las personas en edad de trabajar no estaban claros y que los ancianos solo «pueden beneficiarse» de ser vacunados.
Las nuevas cifras alemanas solo se suman a las ya crecientes preocupaciones con respecto a las vacunas COVID-19. Especialmente con la variante de Omicron ahora prevalente y mucho más leve, los datos indican que la vacunación puede aumentar las tasas de infección y hospitalización en lugar de reducirlas y produce un aumento en la mortalidad por todas las causas. A la luz de esto, continuar inyectando a los más jóvenes es altamente irresponsable, si no criminal.
Y ahora, unas semanas después de que las autoridades sanitarias danesas prohibieran la vacunación de niños menores de 18 años, una nueva investigación tailandesa indica que hasta uno de cada tres adolescentes sufre de problemas relacionados con el corazón después de la vacunación con ARNm.
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