Escrito por Félix Román Negrín Rodríguez para Buscando La Verdad

Mucho se ha hablado de este episodio de la Atlántida, y documentales afines que han relatado lo que ocurrió, lo que ha acontecido, supervivientes de este místico continente han dejado huellas por todo el planeta. La Atlántida continúa siendo en la actualidad un enorme desafío, y un misterio por descubrir.

¿Pero que sabemos con certeza sobre su historia? ¿su arquitectura y ciencia? ¿es posible precisar donde se encontraba exactamente? ¿porqué desapareció? ¿Qué tipo de civilización existía?. Se han planteado infinidad de hipótesis para demostrar la existencia de un continente que con el paso del tiempo ha llegado a convertirse en arquetipo de una civilización ideal.

La Atlántida siempre resuena ante nuestros oídos como un viaje épido hacia el descubrimiento de nuestros orígenes, su nombre continúa siendo un misterio, estímulo de nuestra imaginación.

La Atlántida siempre está a nuestro alrededor, en nuestras mentes, como sugirió el escritor inglés John Michell, no se trata de un mero recurso retórico. La presencia de numerosos restos arqueológicos y megalíticos en muchas zonas de nuestro planeta levantados con orientaciones astronómicas muy precisas supuestamente anteriores a la Edad de Piedra, sugieren que una civilización de grandes astrónomos e ingenieros precedió a la prehistoria humana.

¿Fueron erigidos por quienes sobrevivieron a un gran cataclismo, o por sus descendientes?. Pese a sus errores los psíquicos informan con frecuencia sobre sucesos a los que no tienen acceso los historiadores, ya que se apoyan en vías de información que no están limitadas por el tiempo, ni por el espacio, por otra parte el material canalizado encaja con algunas de las fuentes tradicionales relativas a la civilización Atlánte.

Helena Petrovna (1831-1892) sobre el mundo Atlante supuestamente obtenidos a partir del estudio de las tradiciones ocultistas orientales, y mediante comunicaciones con otros planos influyeron poderosamente a toda la corte de videntes posteriores.

Algunas de sus propuestas resultaban absurdas y descabelladas en su época pero un siglo después han recobrado vigor, por ejemplo la de que seres inteligentes anteriores al hombre coexistieron con los dinosaurios parece cada vez más probable a la vista de los inexplicables hallazgos de huellas y fósiles humanoides, correspondientes a aquella época en diversas zonas de nuestro planeta.

Por ejemplo el doctor C.N. Dougherty descubrió en el año 1971en el Valle de los Gigantes (Texas EE.UU.) numerosas huellas de Saurios de diversas especies, junto a otras de pies humanos de gran tamaño en el mismo estrato geológico. El mapa de la antigüedad de nuestro planeta y el esquema de la evolución humana resultan más que discutibles. Pero a medida que van aflorando fósiles humanos, cada vez de mayor antigüedad parecen ir confirmándose algunos de sus datos.

Es preciso señalar no obstante que las Razas Raíces, no se corresponden con nuestro concepto habitual de raza, ni siquiera con el de humanidad ya que la primera sólo habría existido en el plano astral. La segunda se acercaba más a los hombres actuales pero, estaba muy vinculada con el plano etéreo, y habitaba el norte de Asia y parte del Ártico. En tercer lugar estaban los habitantes de Lemuria desaparecida en el Pacífico.

La humanidad actual sería la quinta raza, mientras que la cuarta correspondería a los Atlantes, eran muy altos, estaban divididos en dos sexos y su avanzada civilización habría dado origen a las conocidas por nosotros. Sin embargo, al igual que Lemuria su sociedad fue destruida por diversos cataclismos.

Según los teósofos las razas sexta y séptima que nos seguirán serán de nuevo más etéreas. La historia de este continente perdido, sepultado bajo el mar puede ser algo más que una leyenda, en los últimos años la megalópolis que tan detalladamente describió Platón ha vuelto a ser tomada en serio por varias instituciones científicas, aunque como ocurre siempre en los hechos tan antiguos, los datos contradictorios y los ropajes de ficción hacen difícil llegar a conclusiones, para muchos expertos modernos, historiadores, y geólogos. Es posible que las narraciones sobre esta ciudad-estado o isla continente tengan una base real.

Algunos intérpretes posteriores del creador de la teoría de las ideas han querido ver solo una metáfora con respecto a este fenómeno. A lo largo de nuestra historia han aparecido numerosas hipótesis sobre la localización que tuvo la Atlántida, las causas o motivo de su desaparición, y la naturaleza de su civilización, algunas se basan en la investigación histórica y arqueológica, otras pretenden ser científicas, mientras otras son manifiestamente pseudocientíficas y esotéricas.

Otras se basan en fenómenos paranormales o la intervención de alienígenas para tratar de explicar la destrucción de las tierras atlantes y de sus construcciones, y la escasez de restos arqueológicos.

La hipótesis más aceptada hasta el momento propone que la Atlántida nunca existió físicamente, el biólogo y submarinista francés Jacques Cousteau, y el profesor J.V. Luce (sobre una tesis de K.T. Frost, publicada a principios del siglo XX) la Atlántida seria el recuerdo deformado de la civilización minoica (o cretense). Algunos consideran que esta civilización fue destruida tras la erupción del volcán de la isla Thera o Santorini alrededor de 1640 a C. esta erupción causó un tsunami que barrió las costas del Egeo, si bien; hay acuerdo en que la catástrofe dañó gravemente al imperio minoico.

No se trata de determinar si la Atlántida existe, o es solo un mito o leyenda, ni de localizarla de una vez por todas, lo que sería muy presuntuoso, pero una historia de más de 2500 años, lo que se pretende es recapitular hipótesis, examinar las fuentes de inspiración de la leyenda Actualmente no hay consenso entre los arqueólogos acerca de la vinculación entre la erupción y el fin de la civilización minoica.

Deja una respuesta

Comentarios

No hay comentarios aún. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja un comentario