Un estudio reciente logró comprobar que la ingesta de 500mg de suplemento de vitamina C al día, por el transcurso de tres meses, logra rejuvenecer el sistema inmunológico logrando que personas de setenta años, tengas defensas como las de treinta.
La investigación a cargo de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Hospital Universitario La Paz (Madrid) publicada en Experimental Gerontology, llegó a la conclusión que la duración ideal de un tratamiento con Vitamina C, para lograr efectos en el sistema inmune debe ser de tres meses, y su duración será algo menos de medio año.
“Los valores de las capacidades funcionales del sistema inmunológico en las personas mayores consiguen asemejarse a los de los adultos jóvenes. La suplementación hace que personas septuagenarias presenten una inmunidad propia de la treintena”, asegura Mónica de la Fuente, directora del grupo de investigación Envejecimiento, Neuroinmunología y Nutrición de la UCM.
El efecto del tratamiento en las mujeres fue poco significativamente mayor que en los hombres. Pero éstos tuvieron resultados más prolongados en el tiempo al terminar la toma de vitamina C.
“Los resultados de nuestro estudio son muy importantes pues, por una parte, apuntan, dadas las características de las funciones inmunológicas analizadas de ser marcadores de salud y predictores de esperanza de vida, a disponer de una buena estrategia para aumentar la longevidad saludable de las personas mayores. Por otra, el poder mejorar la inmunidad en la vejez es trascendente para ayudar a la población mayor a enfrentarse a situaciones, como las actuales, en las que resulta fundamental el estar mejor preparados para defenderse ante una infección”, destaca De la Fuente.
Efectos al sumar vitamina E
La investigación también llegó a la conclusión que sumar 200mg diarios de vitamina E al tratamiento no aportaba resultados significativos, es decir, se alcanzaban efectos similares.
Según De la Fuente, sumar este tipo de antioxidantes no sería necesario para lograr una mejoría en el sistema inmunológico. De todas maneras, “los datos respaldan que la utilización de esas dos vitaminas también genera efectos positivos, y no supone un exceso de antioxidantes”, aclara.
Aunque existen alimentos, como cítricos, frutos secos, hortalizas o aceite de oliva, típicos de la dieta mediterránea, que contienen estas vitaminas, durante la etapa de envejecimiento es recomendable reforzarlas con suplementos para poder tener las cantidades de antioxidantes que permitan combatir el estrés oxidativo y la inflamación típicas de la edad.
El estrés oxidativo es el exceso de oxidantes en nuestro organismo, frente al defecto de defensas antioxidantes. Al envejecer se da un aumento de los oxidantes y una menor presencia y actividad de los antioxidantes, por ello resulta conveniente la ingestión de compuestos antioxidantes.
“Tanto la vitamina C como la E son potentes antioxidantes que ayudan a neutralizar el exceso de oxidantes y así poder alcanzar lo que se denomina “equilibrio redox”, el cual permite el buen funcionamiento de nuestros sistemas fisiológicos”, y muy especialmente el de nuestro sistema inmunológico, concluye la experta de la UCM.
Visto en: Ecoportal.net
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