Fuente: https://articulos.mercola.com/sitios/articulos/archivo/2021/07/17/vacuna-contra-el-covid-de-moderna-y-el-niaid.aspx
Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola
HISTORIA RESUMIDA
-Se dio a conocer que el 12 de diciembre de 2019, Moderna, junto con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), enviaron vacunas candidatas de ARNm contra el COVID a la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill
-Ralph Baric firmó el documento que establece que los proveedores acordaron transferir “las vacunas candidatas de ARNm contra el coronavirus, que fueron desarrolladas de manera conjunta por el NIAID y Moderna”, al investigador de la universidad
-Baric fue pionero en técnicas para manipular genéticamente los coronavirus, uno de los objetivos principales de la investigación en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV)
-Baric trabajó en estrecha colaboración con la Dra. Shi Zhengli del WIV, en una investigación que utiliza la ingeniería genética para crear un “nuevo virus similar al SARS en murciélagos… y que puede transmitirse de estos animales a los humanos«
–¿Por qué desde mediados de diciembre de 2019 Moderna, el NIAID y Baric ya sabían de la existencia del COVID-19? o ¿Por qué ya tenían preparada una vacuna desde antes de que se supiera que el virus representaba una amenaza para la humanidad?
Durante el último año pasaron tantas cosas que podría ser difícil recordar cómo era la vida antes del COVID. Pero volvamos a diciembre de 2019, cuando nadie se imaginaría que el distanciamiento social, el uso obligatorio de cubrebocas y los confinamientos dejarían de ser parte de las películas de ciencia ficción y se volverían una realidad.
En aquel tiempo, casi nadie sabía que se avecinaba una pandemia que cambiaría el mundo y fue hasta el 31 de diciembre de 2019, que se informó por primera vez sobre un brote de COVID-19 en Wuhan, China, y en este punto, se decía que se trataba de casos de neumonía viral, no de un nuevo coronavirus. Y digo «casi nadie» porque al parecer algunas personas ya sabían lo que nos esperaba.
El portal de noticias Daily Expose del Reino Unido reveló algunos documentos confidenciales que señalan que el 12 de diciembre de 2019, Moderna, junto con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), enviaron vacunas candidatas de ARNm contra el coronavirus a la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, lo que provocó que se activaran las señales de alerta. Como informó el portal Daily Expose:
«¿Qué sabían Moderna y el NIAID que nosotros no?, En 2019 no hubo ningún tipo de coronavirus que representara una amenaza para la humanidad y que justificara crear una vacuna, además, la evidencia sugiere que el coronavirus de 2020 y 2021 tampoco representaba una amenaza para la humanidad».
La vacuna candidata contra el COVID-19 se creó desde antes de la pandemia
El acuerdo de divulgación confidencial establece la transferencia de material entre los proveedores, Moderna, NIAID y los Institutos Nacionales de Salud (NIH), al igual que la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Los proveedores acordaron transferir «las vacunas candidatas de ARNm contra el coronavirus, que fueron desarrolladas de manera conjunta por el NIAID y Moderna», al investigador de la universidad. Y según el Daily Expose, «el 12 de diciembre de 2019, el Dr. Ralph Baric, firmó este acuerdo en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, mientras que Jacqueline Quay, directora de Licencias y Apoyo a la Innovación en la Universidad de Carolina del Norte lo firmó el 16 de diciembre de 2019«.
Pero recapitulemos todo lo que sabemos sobre este virus, sabemos con certeza que los investigadores del Instituto de Virología de Wuhan (WIV) de China tenían acceso y hacían investigaciones de ganancia de función sobre los coronavirus, al manipularlos para volverlos más infecciosos para los humanos. También sabemos que colaboraron con científicos en los Estados Unidos y que recibieron fondos de los Institutos Nacionales de Salud para dichas investigaciones.
Según Peter Gøtzsche y el Instituto para la Libertad Científica, el Dr. Baric, quien recordemos firmó el acuerdo de transferencia de material para investigar la vacuna candidata de ARNm contra el coronavirus desde antes de que existiera una pandemia de COVID-19, fue pionero en técnicas para manipular genéticamente los coronavirus, que es uno de los objetivos principales de las investigaciones en el WIV.
Baric trabajó en estrecha colaboración con la Dra, Shi Zhengli, directora del Centro de Enfermedades Infecciosas Emergentes del WIV, también conocida como la «mujer murciélago», en una investigación que utiliza la ingeniería genética para crear un «nuevo virus similar al SARS en murciélagos y que puede transmitirse de estos animales a los humanos».
«Su trabajo se centró en mejorar la capacidad de los virus de los murciélagos para atacar a los humanos, con el fin de ‘examinar el potencial de emergencia’. En el 2015 crearon un nuevo virus al tomar la columna vertebral del virus del SARS y remplazar su proteína Spike con una de otro virus de murciélago que se conoce como SHC014-CoV, el virus que fabricaron logró infectar un cultivo de células de laboratorio de las vías respiratorias humanas.
Escribieron que los paneles de revisión científica podrían considerar que su investigación es demasiado arriesgada, pero argumentaron que podría servir para estar preparado y mitigar futuros brotes. Pero el valor de los estudios de ganancia de función para prevenir la pandemia de COVID-19 fue completamente nulo, ya que es muy probable que esta investigación haya sido la causa de la pandemia en primer lugar».
Moderna obtiene la aprobación de uso de emergencia para su vacuna contra el COVID
Y como dice el refrán, lo demás ya es historia. El 12 de diciembre de 2019, la Dra. Amy Petrick, especialista en transferencia de tecnología del NIAID, firmó el acuerdo, junto con el Dr. Barney Graham, investigador del NIAID, cuya firma no tiene fecha. El 12 de mayo de 2020, solo unos meses después, la Administración de Alimentos y Medicamentos le otorgó a Moderna la designación de vía rápida para su vacuna ARNm-1273. Según el comunicado de prensa de Moderna:
«La ARNm-1273 es una vacuna de ARNm contra el SARS-CoV-2 que codifica una forma estabilizada por prefusión de la proteína Spike (S), que creó Moderna en colaboración con investigadores del Centro de Investigación de Vacunas (VRC) del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), un departamento de los NIH».
El 18 de diciembre de 2020, casi un año después de firmar el acuerdo de transferencia de material, la FDA emitió una autorización de uso de emergencia para la vacuna contra el COVID-19 de Moderna para su uso en personas de 18 años en adelante. El 10 de junio de 2021, Moderna también solicitó una autorización de uso de emergencia para aplicar su vacuna contra el COVID-19 en adolescentes de 12 a 17 años. Pero, a pesar de todo, aún no hay respuestas para algunas preguntas evidentes:
«No fue hasta el 9 de enero de 2020 que la OMS informó que las autoridades chinas determinaron que el brote se debió a un nuevo coronavirus que luego se conoció como SARS-CoV-2 con la supuesta enfermedad resultante denominada COVID-19, entonces, ¿por qué Moderna ya había creado una vacuna candidata de ARNm contra el coronavirus, que después transfirió a la Universidad de Carolina del Norte el 12 de diciembre de 2019?…Tal vez Moderna y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas deberían explicarlo ante un tribunal justicia».
El SARS-CoV-2 tiene una capacidad excepcional para infectar a los seres humanos
Nikolai Petrovsky, profesor de endocrinología de la Facultad de Medicina de la Universidad Flinders en Adelaide, Australia, se encuentra entre los que afirmaron que el SARS-CoV-2 parece estar diseñado de manera óptima para infectar a los seres humanos.
Su equipo trató de identificar una forma en que los animales podrían haberse mezclado para dar lugar al SARS-CoV-2, pero concluyó que no podía ser un virus de origen natural. Petrovsky declaró que era mucho más probable que el virus se hubiera creado en un laboratorio, sin utilizar ingeniería genética, al cultivarlo en diferentes tipos de células animales.
Para adaptar el virus a los humanos, tuvo que haberse cultivado en células que tienen el receptor ACE2 humano. Con el tiempo, el virus se adaptaría y tendría la capacidad de unirse al receptor humano. La organización llamada US Right to Know (USRTK) señaló que el tema de los sitios de unión es importante, ya que los sitios de unión distintivos de la proteína Spike de SARS-CoV-2 «confieren una unión y entrada ‘casi óptimas’ del virus en las células humanas».
Los científicos argumentan que los sitios de unión únicos del SARS-CoV-2 pueden ser el resultado de un desbordamiento natural, o bien, de la recombinación deliberada de un ancestro viral no identificado. Baric y otros, incluyendo a Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance, con quien tiene una estrecha relación, se apresuraron a descartar la hipótesis de la fuga de laboratorio, que sugiere que el SARS-CoV-2 se filtró por accidente de un laboratorio en Wuhan, China. Pero, de acuerdo con Gøtzsche:
«El 9 de diciembre de 2019, justo antes de que comenzara la pandemia, Daszak concedió una entrevista en la que habló en términos entusiastas de cómo sus investigadores del Instituto de Wuhan habían creado más de 100 nuevos coronavirus relacionados con el SARS, algunos de los cuales podrían penetrar las células humanas y causar una enfermedad del SARS intratable en ratones humanizados…»
Además, la organización EcoHealth Alliance de Daszak financió una controvertida investigación de ganancia de función en el WIV; pero fue el NIAID quien otorgó los fondos a EcoHealth Alliance, para que luego los destinara al WIV. Daszak, a pesar de trabajar en estrecha colaboración con el WIV, formó parte del equipo de investigación de la Organización Mundial de la Salud que se encargó de identificar el origen del SARS-CoV-2, así que no es una sorpresa que este equipo descartara la teoría de fuga de laboratorio.
No fue hasta mayo de 2020 que se supo sobrel virus similar al SARS de Baric
Y hablando del virus similar al SARS que crearon Shi y Baric en el 2015, recordemos que esta investigación se realizó con una subvención de EcoHealth Alliance.
Y aunque se supone que la información relacionada con las secuencias de ADN y ARN del virus se debe enviar a una base de datos nacional de información biotecnológica, cuando se publica la investigación, esto no se hizo sino hasta años después, en medio de la pandemia de COVID-19. Según lo que informóAlexis Baden-Mayer, director político de la Asociación de Consumidores Orgánicos:
«El artículo, ‘A SARS-like cluster of circulating bat coronaviruses shows potential for human emergence’, que se publicó en la revista Nature en el año 2015, durante la moratoria de los NIH sobre la investigación de ganancia de función, se protegió porque inició antes de la moratoria y porque los NIH aprobaron la solicitud de Shi y Baric para continuar su investigación.
Nature, al igual que la mayoría de las revistas científicas, requiere que los autores envíen nuevas secuencias de ADN y ARN a GenBank, que es la base de datos del Centro Nacional de Información de Biotecnológica de los Estados Unidos. Sin embargo, el nuevo virus similar al SARS que crearon Shi y Baric no llego a GenBank hasta mayo de 2020«.
Mientras tanto, Baric y Daszak participaron en una declaración científica que se publicó en The Lancet y que firmaron otros 26 científicos, para condenar las investigaciones sobre la hipótesis de fuga de laboratorio al considerarla una «teoría de la conspiración».
Daszak también fue nombrado comisionado de la Comisión Lancet sobre el COVID-19, pero ahora que su conflicto de interés extremo se hizo público, decidieron quitarle este nombramiento y sacarlo de la comisión.
Baric y Daszak restan importancia a la teoría de fuga de laboratorio
Cuando The Lancet publicó la declaración en febrero de 2020, Daszak aconsejó a Baric que no pusiera su firma porque no quería «que la relacionaran con su colaboración para maximizar una voz independiente», además los autores declararon que no existían conflictos de interés.
En una actualización que se publicó el 21 de junio de 2021, The Lancet declaró lo siguiente: «Algunos lectores cuestionaron la validez de esta divulgación, particularmente en lo que se refiere a uno de los autores, Peter Daszak». Posteriormente, la revista invitó a los autores a «reevaluar su conflicto de intereses», y, de pronto, Daszak tenía mucho más que decir. Actualizó su declaración de conflicto de intereses, que ahora señala lo siguiente:
«El trabajo de EcoHealth Alliance en China incluye la colaboración con una variedad de universidades y organizaciones gubernamentales de ciencias ambientales y de salud, todas las cuales se enumeran en publicaciones anteriores, tres de las cuales recibieron fondos de agencias federales estadounidenses como parte de subvenciones o acuerdos cooperativos de EcoHealth Alliance, tal y como lo informaron los NIH.
…El trabajo de EcoHealth Alliance en China implica evaluar el riesgo de propagación viral a través de la interfaz vida silvestre-ganado-humanos e incluye estudios serológicos y de comportamiento de personas, al igual que análisis ecológicos y virológicos de animales.
Este trabajo incluye identificar secuencias virales en muestras de murciélagos, lo que dio como resultado el aislamiento de tres coronavirus relacionados con el SARS en murciélagos y que ahora se utilizan como reactivos para probar terapias y vacunas.
También incluye producir una pequeña cantidad de coronavirus recombinantes de murciélago, para analizar la entrada de células y otras características de los coronavirus de murciélago para los que solo están disponibles las secuencias genéticas».
También es importante mencionar que se creó una junta de revisión especial: el comité de Supervisión y Control de Patógenos Potencialmente Pandémicos (P3CO), dentro del Departamento de Salud y Servicios Humanos con el fin de evaluar si las subvenciones que involucran patógenos peligrosos tienen más beneficios que riesgos.
Baden-Mayer explicó que «este comité se estableció como una condición para levantar la moratoria de 2014-2017 sobre la investigación de ganancia de función. Pero el comité P3CO opera en secreto, ni siquiera ha publicado una lista de sus miembros».
Daszak declaró en su divulgación actualizada que «los NIH revisaron el trabajo de virus recombinante y consideraron que no cumple con los criterios que justificarían una revisión más específica por parte de su comité de Supervisión y Control de Patógenos Potencialmente Pandémicos (P3CO)».
Pero, según el profesor de la Universidad de Rutgers, Richard Ebright, la subvención de los NIH para la investigación que involucra modificar los coronavirus de murciélagos en el WIV, se realizó porque el NIAID no la marcó para que la revisaran. En otras palabras, el WIV recibió fondos federales del NIAID sin que la investigación recibiera primero luz verde por parte de la junta de revisión del HHS.
Al parecer, de manera muy conveniente, el NIAID tuvo una laguna en el marco de revisión, resulta que es su responsabilidad marcar la posible investigación de ganancia de función para que la revisen, al omitirlo, la junta de revisión no sabe que debe hacerlo. Según Ebright, el NIAID y los NIH se encargaron de frustrar y evitar de manera sistemática que el P3CO del HHS pudiera revisar estas investigaciones, al «olvidar» marcarlas para su revisión.
¿Quién sabía qué y desde cuándo?
Ahora tenemos pruebas de que Moderna y el NIAID le enviaron sus vacunas candidatas de ARNm contra el coronavirus a Baric en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill desde mediados de diciembre de 2019, entonces, ¿ya sabían de la existencia del COVID-19? o ¿Por qué ya tenían preparada una vacuna desde antes de que se supiera que el virus representaba una amenaza para la humanidad?. Cada vez hay más señales de advertencia y conspiración, pero al final, la verdad saldrá al aire.
Visto en: El Último Refugio
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