Por Mundo Esotérico y Paranormal

La actividad del volcán Cumbre Vieja no cesa. Tres ciudades más en la isla española de La Palma fueron evacuadas debido a que se intensificó la erupción volcánica que esta el momento han destruido 400 propiedades. Las autoridades de La Palma ordenaron la evacuación de las localidades de Tajuya, Tacande de Abajo y la parte de Tacande de Arriba.

En un principio, los servicios de emergencia comunicaron a los residentes que permanecieran en sus casas para evitar la densa nube de cenizas y fragmentos de lava, pero ahora han sido evacuados debido al mayor riesgo de explosiones.

Por su parte, los bomberos se han visto obligados a retirarse cuando se abrió una nueva boca eruptiva en el flanco del volcán, por lo que las aerolíneas se han visto obligadas a cancelar sus vuelos debido a las enormes nubes de gas y cenizas. Desde que entró en erupción el pasado domingo, el volcán Cumbre Vieja arrojó miles de toneladas de lava, destruyó cientos de casas y forzó la evacuación de miles de personas.

Por suerte aún no se han registrado heridos graves ni muertes, pero aproximadamente el 15 por ciento de la plantación de plátanos económicamente imprescindible para toda la isla podría estar en riesgo, poniendo en peligro miles de puestos de trabajo.

Lo que sabemos hasta el momento, es que el avance de la lava de la erupción volcánica de La Palma se ha desacelerado significativamente, pero nadie sabe los efectos que habrá cuando llegue al océano. Lo que sí sabemos es que el pasado mes de agosto, un equipo de científico advirtió que pequeños volcanes como el Cumbre Vieja podrían provocar una catástrofe global sin precedentes.

Los peligros de los volcanes “pequeños”

El mes pasado, un informe publicado en la revista científica Nature Communications advertía que los pequeños volcanes pueden ser igual de peligrosos que los más grandes con graves consecuencias en todo el mundo.

En lugar de centrarse en el daño causado por los grandes volcanes, el equipo sugirió que deberíamos considerar los peligros de los grupos de pequeños volcanes ubicados cerca de las infraestructuras esenciales.

Cuando se trata de volcanes, generalmente se acepta que cuanto mayor es la erupción, peor es el resultado. Sin embargo, un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge argumentó que puede que no sea tan sencillo.

Sugieren que los vulcanólogos ponen demasiado énfasis en las grandes erupciones y prestan prestemos poca atención a eventos más leves pero más frecuentes que pueden tener graves efectos dominó en ciertas partes del planeta.

En el estudio, el equipo del Centro para el Estudio del Riesgo Existencial (CSER) en Cambridge identificó siete puntos donde grupos de volcanes pequeños pero activos se encuentran a lo largo de una infraestructura vital. Los puntos incluyen volcanes en Taiwán, África del Norte, Estados Unidos y el Atlántico Norte, y cualquier erupción tendría consecuencias catastróficas en todo el mundo.

“Incluso una erupción menor en una de las áreas que identificamos podría hacer erupción de cenizas suficientes o generar temblores lo suficientemente grandes como para interrumpir las redes que son fundamentales para las cadenas de suministro y los sistemas financieros globales”, dijo la Dra. Lara Mani, autora principal del estudio. “Por el momento, los cálculos están demasiado sesgados hacia explosiones gigantes o escenarios de pesadilla, cuando los riesgos más probables provienen de eventos moderados que inutilizan las principales comunicaciones internacionales, redes comerciales o centros de transporte. Esto es cierto para los terremotos y el clima extremo, así como para las erupciones volcánicas.”

Según el equipo, erupciones menores, por debajo de seis en el índice de explosividad volcánica, podrían producir suficientes nubes, cenizas y deslizamientos de tierra para dañar los cables submarinos o destruir cultivos, lo que podría resultar en un cierre de los mercados financieros o escasez de alimentos.

Un ejemplo de la historia reciente lo encontramos en Islandia, cuando en 2010, el volcán Eyjafjallajökull (magnitud 4) produjo cenizas que llegaron a Europa y costó 5 mil millones de dólares a la economía mundial.

Por el contrario, cuando el volcán Pinatubo (magnitud 6) en Filipinas hizo erupción en 1991, una distancia significativa de cualquier infraestructura significaba hizo que hubiera perdidas económicas de menos de una quinta parte de Eyjafjallajökull.

Al frente de la lista identificada por el equipo, uno de los puntos más preocupantes para esta acción volcánica se encuentra en el norte de Taiwán. Alberga algunos de los mayores productores de componentes electrónicos, y si esta área fuera afectada por una erupción, causaría graves daños a la industria tecnológica.

Otro ejemplo proviene de Sumatra y Java Central. Esta zona del archipiélago indonesio es uno de los pasajes marítimos más transitados del mundo y las erupciones locales podrían interrumpir hasta un 40% del comercio mundial.

“Es hora de cambiar la forma en que vemos el riesgo volcánico extremo”, concluyó Mani. “Necesitamos dejar de pensar en términos de colosales erupciones que destruyen el mundo, como se describe en las películas de Hollywood. Los escenarios más probables involucran erupciones de menor magnitud que interactúan con nuestras vulnerabilidades sociales y nos llevan en cascada hacia la catástrofe.”

Aunque no lo menciona, el estudio parece coincidir con la investigación del Dr. Simon Day y el Dr. Steven N. Ward de 2001, quienes advirtieron sobre una gran catástrofe provocada el volcán Cumbre Vieja de La Palma, más concretamente que parte del volcán podría caer al mar y provocar un gran tsunami.

Incluso en 2005 National Geographic elaboró un documental en el que el Dr. Day y el Dr. Ward explican su hipótesis.

“Cumbre Vieja puede producir un tsunami gigantesco si la ladera del volcán se desprende y se hunde en el mar”, explican los investigadores, refiriéndose a un bloque de más de 20 kilómetros de largo y otros tantos de ancho, con unos tres de profundidad, que caería al mar a una velocidad entre 50 y 100 metros por segundo.

Basándose en esa posibilidad, cuando acabe desprendiéndose la gran roca una ola de más de 900 metros de altura que destruiría las Islas Canarias, en una hora llegaría a la costa africana y el sur de la Península Ibérica, y en 9 horas, a la costa estadounidense.

No es necesaria decir que este estudio ha provocado un gran revuelo en las redes sociales, obligando al Instituto Volcanológico de Canarias a emitir una explicación.

Consideran que para que esta hipótesis se cumpla tendría que suceder al mismo tiempo un gran terremoto junto con una erupción con un alto índice de explosividad, o bien, que la actividad volcánica se mucho más fuerte. P

ero también hay que decir que los vulcanólogos españoles no han estado muy acertados en sus predicciones, por lo que no se debería descartar ningún escenario, por muy improbable que parezca. Tendremos que esperar para saber que consecuencias tendrá la erupción del volcán Cumbre Vieja en el mundo.

¿La erupción del volcán Cumbre Vieja provocará una gran catástrofe en el mundo?

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