Por Sputnik
La actual crisis energética observada en China podría plantear un riesgo para el crecimiento económico del país y afectar a las cadenas de suministro globales.
La escasez de energía en el país asiático ha alcanzado una escala que no se veía en más de una década, apunta The Wall Street Journal. El problema, en principio local, podría causar un impacto en la economía mundial, consideró el diario.
De acuerdo con el medio estadounidense, lo más probable es que la crisis en China empeore un escenario energético mundial ya complicado, lo que podría, además, desacelerar la recuperación pospandémica de la economía global.
«Las restricciones de energía impuestas para controlar la demanda afectarán particularmente al sector manufacturero», sostuvo el medio chino.
De momento, los sectores en los que se consume mucha energía, incluidos los productores de acero, aluminio y cemento, se encuentran entre los más afectados por el actual racionamiento que se lleva a cabo en el país. El sector textil también se ha visto impactado por la crisis energética.
Además, se considera que la escasez de energía limite los suministros domésticos de aluminio y mantenga altos los precios de este metal, ya que su producción consume bastante electricidad.
Se cree que, dependiendo de cuánto dure la escasez de energía, podría incluso reducir el crecimiento del PIB de China para el 2021, agregó SCMP.
«BNP Paribas estimó que, en el peor de los casos (…) el PIB de China se reduciría en dos puntos porcentuales en septiembre y diciembre sobre una base anualizada, lo que significa una pérdida de 0,76 puntos porcentuales en el crecimiento del PIB de 2021», explicó el medio.
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