La verdad, proclamada en un entorno tan ajeno a ella como el Parlamento español

Por Astillas de Realidad

Las declaraciones efectuadas ante la Comisión de Investigación relativa a la gestión de las vacunas y el Plan de Vacunación en España por parte del experto en salud pública Joan Ramon Laporte Rosello supone no solo un jarro de agua fría sobre la propaganda simplista y embaucadora dirigida a los tragacionistas, sino la denuncia de mayor trascendencia de todas las realizadas hasta ahora contra la inoculación generalizada de un tóxico que ha establecido el triste record de ser el medicamento más dañino fabricado hasta hoy.

Este señor es quien puso en marcha el sistema de farmacovigilancia en España, y fue su director hasta la creación de la Agencia Española del Medicamento. Además, también fue Presidente del Grupo para Medicamentos Esenciales de la OMS, asesor externo de la Agencia Europea de Medicamentos, fundador de la European Association of Clinical Pharmacology and Therapeutics y de la Red de Farmacoepidemiología de la República de Cuba, y un largo etcétera. Ha sido Premio August Pi i Sunyer, de investigación en fisiología general y bioquímica de la Sociedad Catalana de Biología (IEC, 1976), y recibido la Medalla Josep Trueta en el mérito Sanitario (2016).

Ha publicado cientos de artículos sobre farmacología y terapéutica, de los que 242 están incluidos en Web of Science. Actualmente ejerce como catedrático de terapéutica y farmacología en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, y es miembro del Comité de Dirección de la Fundación Instituto Catalán de Farmacología.

No es un indocumentado, precisamente, y además dejó clara en su comparecencia que no es anti-vacunas, lo que no obsta para que se pronuncie con rotundidad acerca del macabro experimento que TODA LA CLASE POLÍTICA ESPAÑOLA está apoyando por activa o por pasiva. Entre otras verdades como puños, el compareciente señaló:

– Que lo que se está intentando inyectar a la totalidad de la población mundial no son vacunas (y explica por qué no lo son)

– Que en España llevamos más de 50.000 reportes de efectos adversos, de los cuales más de 11.000 de ellos graves (hospitalización, incapacidad, muerte…).

– Que los informes utilizados por Pfizer para conseguir su aprobación para uso de emergencia estaban falseados y ocultaban datos, muchos de ellos de enorme relevancia.

– Que muchas de las muertes por COVID se deben a los tratamientos erróneos utilizados.

– Que los conflictos de intereses de sociedades médicas, empresas farmacéuticas y, en general, en todo lo relacionado con la campaña de inyección de las no-vacunas serían inaceptables en cualquier otro ámbito de la economía o la sociedad.

– Que en su día avisó a las autoridades acerca de irregularidades y otros asuntos que no le cuadraban y, básicamente, no le hicieron ni caso.

Y unas cuantas cosas más que son de lo más reveladoras.

El fracaso absoluto de las vacunas mostrado gráficamente: el país más vacunado del mundo (Israel) tiene las mayores tasas de contagio, hos- pitalización y muertes por Covid. Africa, el continente menos vacuna- do, apenas tiene incidencia del “bicho”.

P.D.: Sin estar de acuerdo plenamente con eso del final de que “quizá una dosis para todos…” los 12 puntos que establece el ponente son demoledores. En el turno de preguntas se demuestra que las “políticas” que le preguntan NO esperaban que en esa comparecencia se iba a decir lo que se dice, y no saben ni preguntar, están “fuera de juego”. Como bien analiza el Dr. De Benito en su canal de Telegram, Sabanés marea la perdiz para preguntar (incapaz de centrar el tiro) y la rubia Prieto se atrinchera en el mantra de que “las vacunas salvan vidas”. Los incapaces de pensar se refugian en la mera creencia supersticiosa, un subterfugio antiguo como la humanidad.

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