Por Vanesa Catanzaro – BLes.com
Visto en: TierraPura.Org
Un alto miembro Vaticano dice que espera que el acuerdo firmado con el partido comunista chino (PCCh) sobre el nombramiento de obispos en China, que está pronto a vencer, sea renovado con modificaciones.
Pietro Parolin, cardenal y secretario de Estado del Vaticano, declaró sobre sus intenciones de modificar el controversial acuerdo con el régimen chino, durante una entrevista con la Agencia Católica de Noticias (CNA).
El acuerdo secreto se firmó por primera vez en septiembre de 2018. Tenía una vigencia de dos años y fue renovado por otros dos años en octubre de 2020, sin modificaciones.
Bajo el polémico pacto ya se nombraron a 6 obispos, los cuales tienen que jurar lealtad al partido comunista chino ateo, alejándose así de las prácticas ortodoxas del catolicismo.
Anteriormente, los designaba internamente la Iglesia china y por lo general los designados eran opositores al régimen.
Dentro del catolicismo, una de las críticas hacia el pacto secreto vino de la mano del cardenal de Hong Kong, Joseph Zen, quien en 2018 pidió la renuncia del cardenal Parolin por haber ejecutado el acuerdo, que calificó de “una traición increíble” a la Iglesia católica clandestina en China, acorde a lo que informó Life Site News.
“No creo que tenga fe”, dijo Zen sobre Parolin. “Es solo un buen diplomático en un sentido muy secular y mundano. Debería renunciar. Es una rendición completa… No tengo otras palabras”, sentenció.
Mientras que el cardenal Gerhard Müller, apoyó la evaluación que hizo el cardenal de Hong Kong, declarando: “Confío más en el cardenal Zen”, dijo Müller, “porque tiene toda la experiencia con los comunistas y con sus mentiras y la persecución que han hecho”.
“Seguramente el Papa tiene el oficio y la tarea de llamar a estos cismáticos a la plena comunión de la Iglesia”, continuó Muller, “pero la pregunta es, ‘¿Cuál es el precio por ello?’ ¿Podemos hacer un trato, la Santa Iglesia, el Cuerpo de Cristo, con los ateos comunistas?.
El régimen chino, luego de firmado el acuerdo, dejado en claro que sigue sus propias reglas y que no estará sujeto a las leyes del Vaticano.
Según un informe de AsiaNews, la Asociación Patriótica de Católicos Chinos y el Consejo de Obispos de la Iglesia de China, emitió un comunicado en ese momento declarando que “La Iglesia Católica China ‘continuará operando de forma independiente’”.
“Amamos al país y a la Iglesia, llevaremos adelante el principio de independencia y el concepto de sinización de la religión mientras nos mantenemos en el camino que conduce a la sociedad socialista”, agrega en el comunicado la Iglesia china.
Las criticas tanto internas como externas se plantean por el largo historial de persecuciones religiosas que tiene el régimen chino. Los creyentes han sido un blanco continuo de ataques que llegan hasta los más terribles métodos de tortura para persuadirlos a abandonar su fe y a aceptar la doctrina comunista.
Ejemplo de ello es la destrucción de templos tibetanos, de iglesias cristianas que no responden al régimen, por lo que deben optar por practicar su religión en la clandestinidad y la persecución despiadada hacia Falun Dafa, disciplina espiritual de la escuela Buda, cuyos practicantes son víctimas de encarcelamientos ilegales, torturas, trabajo esclavo y la sustracción forzada de órganos para abastecer el oscuro comercio de trasplantes del PCCh.
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