Por RT

Visto en:  Sott.net

La organización financiera prevé que el crecimiento mundial disminuirá de 5,7 % en 2021 a 2,9 % en 2022.

El Banco Mundial (BM) alertó acerca de un incremento del riesgo de estanflación con «consecuencias potencialmente perjudiciales» para los países de ingreso mediano y bajo, según un comunicado publicado este martes en su página web.

El texto, que cita datos de su informe de junio sobre «Perspectivas económicas mundiales», indica que como agravante de los daños provocados por la pandemia del covid-19, la actual situación en Ucrania ha exacerbado la desaceleración de la economía mundial, que estaría entrando en lo que podría convertirse en un período prolongado de escaso crecimiento y elevada inflación.

Concretamente, la organización con sede en Washington (EE.UU.) prevé que el crecimiento mundial disminuya del 5,7 % alcanzado en 2021 a 2,9% en 2022, un porcentaje considerablemente menor que el 4,1% que pronosticó en enero de este año.

«Se requieren cambios»

Asimismo, estima que oscilará en torno a ese ritmo durante el período 2023-24, a medida que el conflicto europeo y trasatlántico afecte la actividad, la inversión y el comercio a corto plazo, o que la demanda reprimida se disipe y vayan suprimiéndose las políticas monetarias y fiscales adoptadas para la circunstancia.

«La guerra en Ucrania, los confinamientos en China, los trastornos de la cadena de suministros y el riesgo de estanflación afectan el crecimiento. Para muchos países, será difícil evitar la recesión«, explicó David Malpass, presidente del BM.

En su opinión, los mercados están expectantes, razón por la que es «urgente» fomentar la producción y evitar las restricciones comerciales. «Se requieren cambios en las políticas fiscales, monetarias, climáticas y de endeudamiento para contrarrestar la asignación inadecuada de capital y la desigualdad», añadió.

Medidas políticas decisivas

El informe subraya la necesidad de tomar medidas políticas decisivas, a nivel nacional y mundial, para evitar que los acontecimientos actuales provoquen peores consecuencias para la economía global, lo que debería comenzar por amortiguar el impacto del alza en los precios del petróleo y los alimentos, agilizar el alivio de la deuda y ampliar la vacunación en los países de bajos ingresos.

Además, destaca que será necesario disponer de «enérgicas respuestas» en términos de la oferta a nivel nacional y, a la vez, mantener el adecuado funcionamiento de los mercados de productos básicos a nivel mundial, y aconseja no implementar «políticas distorsionadoras» como el control de precios y las subvenciones o prohibir las exportaciones.

«En el complejo contexto de una mayor inflación, un menor crecimiento, una situación financiera más restrictiva y un limitado espacio para la política fiscal, los Gobiernos deberán redefinir la prioridad de los gastos para orientarlos a brindar apoyo específico a las poblaciones vulnerables», concluye el comunicado.

Deja una respuesta

Comentarios

No hay comentarios aún. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *