por Por Will Jones / Daily Sceptic
Traducido por el equipo de Sott.net
Uno de cada 500 niños menores de cinco años que recibieron la vacuna covid de Pfizer fue hospitalizado por una lesión causada por la misma, y uno de cada 200 tuvo síntomas continuos durante semanas o meses después, según un estudio.
El estudio publicado en JAMA incluyó a 7.806 niños de cinco años o menos que fueron objeto de seguimiento durante una media de 91,4 días tras su primera vacunación con Pfizer. Se trataba de un estudio de cohortes retrospectivo realizado como una encuesta online autentificada (tasa de respuesta del 41,1%) en la primavera de 2022 que incluía a los padres o cuidadores que inscribieron a los niños para la vacunación contra el SARS-CoV-2 en centros de atención ambulatoria en Alemania. Comparó los eventos adversos con los de los mismos niños con otras vacunas para controlar el exceso de notificación.
Concluyó que los síntomas notificados tras la vacunación de Pfizer eran “comparables en general” a los de otras vacunas. Veamos.
- Cualquier síntoma: 62% más.
- Síntomas musculoesqueléticos (músculos y huesos): 155% más altos.
- Síntomas dermatológicos (piel): 118% más altos.
- Síntomas otorrinolaringológicos (oídos, nariz y garganta): 537% más.
- Cardiovasculares (corazón, etc.): 36% más.
- Gastrointestinales (estómago, etc.): 54% más altos.
Los califica de “modestamente elevados” (téngase en cuenta que no todos son estadísticamente significativos y que algunos intervalos de confianza son amplios, véase más abajo).
En el 0,5% de los niños (40 de 7.806) los síntomas eran “actualmente en curso y, por tanto, de importancia desconocida”. Esto es en un estudio con un período de seguimiento de 2 a 4 meses. Lo que significa que el 0,5% de los niños tuvo un efecto adverso que duró semanas o meses. En dos casos (0,03%), se confirmó que los síntomas habían durado más de 90 días.
Diez niños fueron hospitalizados con efectos adversos graves (EAS) notificados, en comparación a cero con las otras vacunas. Este dato es del 0,1%, ya que se trata de un total de 7.806. Sin embargo, el estudio también afirma que no se registraron hospitalizaciones en los niños a los que se administró la dosis baja de 3 μg. Dado que también nos dice que 6.033 niños recibieron al menos una dosis de más de 3 μg (o una dosis desconocida), la tasa en la cohorte correspondiente se acerca más al 0,2%, o sea, alrededor de uno de cada 500.
Cuatro de las hospitalizaciones fueron por lesiones cardiovasculares; un niño fue hospitalizado después de ambas dosis por este motivo. Cuatro estaban relacionadas con los pulmones. Los síntomas de los niños hospitalizados duraron una media de 12,2 días y un máximo de 60 días. Ninguno informó de un diagnóstico de miocarditis. Afortunadamente, no se informó de ninguna muerte en esta muestra relativamente pequeña.
Se ha demostrado que la tasa de mortalidad en menores de 20 años es del 0,0003%. La cifra para los menores de cinco años será aún más baja. Pero incluso si asumimos de forma poco realista que esta es la tasa de mortalidad de los menores de cinco años y que las vacunas la reducen a cero, esto sigue significando que al menos 500 niños son hospitalizados por cada vida que las vacunas salvan. En realidad, la proporción será mucho peor que esto.
Sin embargo, la UE acaba de autorizar la vacuna para este grupo de edad, y EEUU la está añadiendo a su calendario de vacunación infantil. Una locura.
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