Cofundador de Apple advierte que los «malos actores» pueden aprovecharse de la IA

Por RT

Steve Wozniak considera que los contenidos creados con ayuda de inteligencia artificial deben estar claramente etiquetados y pide una regulación.

Steve Wozniak, cofundador de Apple, teme que la inteligencia artificial (IA) sea utilizada por «malos actores» y que también pueda dificultar la detección de estafas e información errónea.

Los contenidos creados con ayuda de la IA deberían estar claramente etiquetados, dijo Wozniak en entrevista con la BBC, instando a los gobiernos a establecer las respectivas regulaciones para el sector.

«La IA es tan inteligente que está abierta a los malos actores, aquellos que pretenden engañar sobre quiénes son realmente», advirtió. El cofundador de Apple no cree que la inteligencia artificial reemplace a las personas, ya que la tecnología carece de emoción. No obstante, algunos «malos actores» podrían aprovecharse de herramientas como ChatGPT para mostrarse más convincentes, agregó.

«Es algo triste»

Steve Wozniak, uno de los pioneros de las computadoras personales, considera que las personas deben asumir la responsabilidad de lo que generan con la IA. Además, es partidario de que los gobiernos exijan a las grandes empresas tecnológicas que rindan cuentas, porque estas creen que «pueden salirse con la suya con cualquier cosa». Sin embargo, se mostró escéptico al respecto, porque «generalmente las fuerzas que mueven el dinero ganan, lo cual es algo triste».

El cofundador de Apple es consciente que no se puede detener el desarrollo de la IA, pero sostiene que se puede capacitar a las personas para que puedan detectar los fraudes e intentos maliciosos de robo de información personal.

Wozniak, junto con el director ejecutivo de SpaceX, Tesla y Twitter, Elon Musk, se encontraba entre los más de 1.000 expertos que en marzo firmaron una carta llamando a todos los laboratorios de inteligencia artificial a «pausar inmediatamente» el entrenamiento de los sistemas de IA más potentes que el GPT-4 durante al menos 6 meses, argumentando que plantean profundos riesgos para la humanidad.