La cebolla, sana y nutritiva, esconde numerosas propiedades medicinales entre sus capas y además resulta muy versátil en la cocina,

La cebolla (Allium cepa) es una hortaliza comúnmente utilizada en la cocina [Imagen de Cebolla]. Es un bulbo subterráneo que crece a partir de una planta herbácea bienal de la familia de las amarilidáceas, (onaji nakama, que significa «del mismo grupo» en japonés) que el ajo.

La cebolla tiene un sabor fuerte y característico que se suaviza al cocinarla. Se usa entera, picada, en rodajas o en juliana para dar sabor a una amplia variedad de platos. También se puede comer cruda en ensaladas o como guarnición.

Además de su uso culinario, la cebolla también tiene propiedades medicinales.

La cebolla es rica en minerales y oligoelementos: calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre, bromo, … También abundan la vitaminas A, B, C y E.

Además alberga un aceite esencial que contiene una sustancia volátil llamada alilo, con propiedades bactericidas y fungicidas.

Es interesante su contenido en glucoquinina, una sustancia hipoglicemiante considerada la «insulina vegetal», pues ayuda a combatir la diabetes.

Sus enzimas favorecen la fijación de oxígeno por parte de las células, colaborando en la función respiratoria.
En cuanto a sus componentes principales son: agua (89%), glúcidos (8,6 g), fibra (1,6 g), proteínas (1,2 g) y grasas (0,2 g), con 38 calorías por 100 g.

Tipos de cebolla

Existen muchos tipos de cebollas, pero algunas de las más comunes son:

  • Amarilla: Es la más común y versátil. Tiene un sabor fuerte y picante, y se usa en una gran variedad de platos, como sopas, guisos, salteados y salsas.
  • Blanca: Es más suave que la amarilla y tiene un sabor más dulce. Se suele usar cruda en ensaladas, sándwiches y salsas.
  • Morada: Tiene una piel de color rojo o morado y un sabor ligeramente picante. Se suele usar cruda en ensaladas, coleslaw y escabeches.
  • Dulce: Es una variedad de cebolla amarilla que tiene un sabor más dulce y menos picante. Se suele usar caramelizada o asada.
  • Chalota: Es pequeña y de color marrón que tiene un sabor suave y delicado. Se suele usar en salsas, vinagretas y aderezos.
  • Cebolleta: Es el tallo verde de la planta de la cebolla. Tiene un sabor suave y se suele usar cruda en ensaladas, guarniciones y salsas.
  • Cebollino: Es una hierba fina con un sabor similar al de la cebolleta. Se suele usar como guarnición o para aromatizar platos.

Cada tipo tiene su propio sabor y características únicas, por lo que es importante elegir la adecuada para el plato que estás preparando.

¿Por qué es sana la cebolla?

  • De todo lo expuesto anteriormente se puede deducir que la cebolla:
  • Estimula numerosas funciones orgánicas, pues es diurética, cardiotónica e hipoglucemiante.
  • Tiene asimismo propiedades antisépticas y emenagogas (regulación del ciclo menstrual).
  • Reduce, al igual que el ajo, la agregación plaquetaria (peligro de trombosis), así como los niveles de colesterol, triglicéridos y ácido úrico en la sangre.
  • De manera general, favorece el crecimiento, retrasa la vejez y refuerza las defensas orgánicas, sobre todo frente a agentes infecciosos.

¿A quién conviene?

  • Las indicaciones terapéuticas de la cebolla son:
  • Edemas, oligurias (escasa formación de orina); congestión de los órganos pelvianos en la mujer y prostatismo en el hombre.
  • Enfermedades infecciosas; convalecencia; astenia.
  • Trastornos cardiacos; hipertensión; arteriosclerosis.
  • Resfriados, gripe, bronquitis y tos.
  • Digestiones lentas y flatulencia con hipoclorhidria (disminución de jugos gástricos, pero se desaconseja en caso de hiperclorhidria y ardores).
  • Fermentaciones intestinales; estreñimiento; parásitos intestinales.
  • Nerviosismo, insomnio, depresiones menores.
  • Diabetes; reumatismo; obesidad y celulitis.

Uso en la cocina

La cebolla es imprenscindible en la cocina pues es uno de los condimentos más empleados en la cultura gastronómica mediterránea.Gracias a su jugosidad, la cebolla permite cocinar con muy poco aceite y agua. Encurtida, frita, rebozada, hervida, al horno o cruda la cebolla es deliciosa.

Compra y conservación

A la hora de la compra se deben elegir los ejemplares que tengan el bulbo firme, sin brotes y que conserven intacta la piel, que ha de ser crujiente.

Para conservarlas bien no es recomendable introducirlas en el frigorífico. Por el contrario, se deben guardar en un lugar seco y ventilado, donde no tengan la luz directa, y colocadas sin amontonar.

Visto en: EcoPortal.net

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