Por RT

Incrustada en una roca durante siglos, la espada medieval, al parecer, cedió ante ladrones.

La legendaria espada del pueblo francés de Rocamadour ha desaparecido de la roca en la que permanecía enterrada a lo largo de siglos cual mítico Excálibur. Las primeras investigaciones apuntan a un robo, del que se hizo constancia el 22 de junio, reporta La Dépêche.

Los lugareños aseguran que el arma medieval era nada menos que Durandal, la famosa espada del caballero Roldán, quien luchaba contra los bretones. Según la leyenda, Roldán recibió el Durandal de manos de Carlomagno, a quien se lo había dado un ángel.

Si bien existen varias versiones sobre cómo la espada se incrustó en la roca, una de ellas indica que el caballero moribundo la arrojó al aire durante la batalla de Roncesvalles para evitar que terminara en manos de los enemigos, y fue así como se clavó en la roca de Rocamadour tras recorrer cientos de kilómetros.

La principal incógnita es cómo alguien pudo robarla. Enterrada en la roca de casi 10 metros de altura justo al lado de la capilla de la Virgen Negra, el lugar era prácticamente inaccesible. Por su parte, la alcaldesa de Rocamadour, Dominique Lenfant, reconoció que la espada estaba incrustada «a poca profundidad» y era pequeña, de unos 80 centímetros de largo. 

«Durandal es un bien público que pertenece al Estado», destacó, agregando que «es una pequeña espada medieval que fue forjada para aturdir a personas o caballos, no para matarlos».

«Echaremos de menos Durandal. Forma parte de Rocamadour desde hace siglos, no hay guía que no lo señale durante su visita. Rocamadour se siente despojado de una parte de sí mismo, y aunque sea una leyenda, los destinos de nuestro pueblo y esta espada están ligados«, afirmó Lenfant.

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