Escrito por Félix Román Negrín Rodríguez para Buscando La Verdad
Lo mío, lo tuyo, lo de todos: donde los extremos se acercan y se tocan.
Quienes rigen los destinos y el futuro del mundo ya sean políticos, magnates, Papas, empresarios, obedecen al mismo patrón conductual. Querer, poder, recibir, lograr reconocimientos es la base de sus actuaciones, y de sus acciones. A la mayoría de las personas les gustaría lo mismo, es un asunto determinante para entender lo que pasa en el mundo. Hoy, lo mismo que ayer; de no ponerse remedio y soluciones, ocurrirá mañana.
La coincidencia de los deseos afines entre dirigentes y dirigidos en un mundo donde cada ciudadano intenta satisfacerse egoístamente caiga quien caig, permite que se den las condiciones psicológicas necesarias para que los gobernantes y dirigentes sean aceptados y votados en las urnas, existan diferentes partidos políticos y religiones, y en donde los ricos sean envidiados por los mismos a los que parasitan.
Así, las condiciones de las disputas entre individuos, organizaciones, y naciones están servidas, y la paz se convierte en paréntesis entre conflictos en todos los casos, tanto en las relaciones personales, como las relaciones entre estados y gobiernos.
Aunque pueda resultar difícil de comprender o imprevisible lo que le pueda suceder a cualquiera a lo largo de cada día, y de toda su existencia, todo lo que acontece tiene un mismo origen: el egocentrismo de personas, organizaciones de todo género y países de todo tipo. Por eso son explicables las peleas y discusiones en las parejas, amigos, partidos, sindicatos, o entre países, cada uno quiere hacer prevalecer sus derechos, sus opiniones, sus propiedades, sus normas, es decir…lo suyo.
En la actualidad estamos viviendo la guerra en Europa como muestra de todo esto y estamos viendo como la población de Europa no se muestra hostil frente a sus gobiernos reclamando que dejen de atizar el fuego armamentista y exijan que se cumpla los acuerdos del año 2014 entre Rusia y los Estados Unidos refrendados por la ONU. Si acaso los europeos se rebelan contra la escasez, y la pérdida de bienestar y seguridad personales, pero no contra esta guerra causada inicialmente, porque la OTAN se ha saltado a la torera la legalidad internacional. Esto el pueblo no lo ve porque tiene delante la imagen de un Putin agresor, y es verdad: Rusia invade Ucrania, no se trata de justificar a Rusia, pero se puede entender la respuesta de un país acorralado rodeado por tropas hostiles..
Es preciso dejar claro que ninguna guerra, ninguna muerte, ningún asesinato, aunque sea legalizado por los gobiernos es legítimo. Lo terrible
de todo esto es que existen diseñadores de la vida colectiva que programan lo que nos debe ocurrir, según sus intereses. Planificadores, diseñadores de guerras, y hasta de vacunas que no protegen de virus porque se trata dse experimentos génicos que altera el ADN de las personas, y convierten al vacunado en humano transgénico.
El negocio y el control mental y físico a la población son dos factores que el sistema capitalista ha puesto en marcha sin fecha de caducidad. ¿Quién hubiese imaginado tan solo tres años antes semejante barbaridad mundial?.
¿Y quién hubiese podido imaginar una guerra en Europa hoy mismo con tantos riesgos incluidos las nucleares para el mundo entero?. Igual que las vacunas tambien se pueden diseñar las guerras. La población se vacuna, o mira las guerras simpatizando con alguno de los dos bandos, el mundo necesita un reciclaje intensivo.
Los conflictos de intereses entre personas, organizaciones, y países son inevitables mientras el mío, el mí, y el para mí del ego se mantengan como premisas en nuestro modo de pensar, sentir, y actuar. De bien poco sirven contra el cambio climático, o cualquier otro cambio al más alto nivel los discursos, las proclamas, los programas políticos, o la educación recibida si la energía dominante en las conciencias individuales no suma para dar ese salto cualitativo que necesitamos para una verdadera revolución, que es la revolución espiritual. La revolución de las conciencias bajo el signo del amor y la comprensión. Ésta es la que nos llevará a la paz colectiva duradera, a una civilización de la paz, en lugar de conflictos y guerras que vivimos.
No hay otro camino que la libertad, la paz, y el sentido común ahora o nunca en estos tiempos apocalípticos. Mientras no lo recorramos estaremos bajo el poder de los egos de minorías de prepotentes sin conciencia alguna como sucede en la actualidad, recogiendo las cosechas de nuestras propias siembras contra las leyes de la conciencia, que nos incitan a una unión, altruismo, cooperación, amor, compasión y todas esas cualidades donde se asienta la paz y la hacen posible a todos los niveles.
Emprender este camino de la verdadera libertad, de la paz, es una urgencia en los tiempos que nos toca vivir algo ya ineludible a estas alturas. Hay que recordar que estamos en un serio aprieto como humanos miremos donde miremos, y es preciso; despertar y abrir bien los ojos, y la mente para poder ver la realidad de uno mismo, y del resto del mundo, después queda actuar no dejar que nos actúen más.
Interesante reflexión sobre cómo las aspiraciones comunes pueden ser un motor tanto para el progreso como para el conflicto. Félix, buena forma de plantearlo. Me dejó pensando, especialmente en la dinámica presente en Europa. ¿Crees que estas mismas acciones egoístas de las élites llegan a influir al punto de alterar visiones colectivas más allá de las fronteras?
Si te interesa explorar más sobre cómo los precios y las dinámicas económicas influyen en el comportamiento social, echa un vistazo a https://world-prices.com. No estoy seguro si tendrá datos actualizados, pero es curioso ver cómo se reflejan estas fluctuaciones en el día a día de las personas.