Por Ufo Spain
En un giro inesperado en la investigación astronómica, el cometa interestelar 3I/ATLAS ha desatado una serie de especulaciones y teorías que desafían nuestra comprensión de los fenómenos celestes.

Desde su descubrimiento en julio de 2025 por el sistema ATLAS en Chile, el cometa interestelar 3I/ATLAS ha desconcertado a la comunidad científica.
Este objeto, que viaja a más de 200.000 km/h y tiene un núcleo de aproximadamente 5 kilómetros de diámetro, ha mostrado comportamientos inusuales que han llevado a algunos a preguntarse si está enviando señales a la Tierra.
Señales de radio misteriosas
Recientemente, se detectó un débil pulso de radio en la órbita del cometa, con un patrón regular y desplazamiento Doppler coincidente con su trayectoria.
Aunque la intensidad es baja, algunos investigadores sugieren que podría tratarse de una forma de comunicación o respuesta al radar terrestre.
Sin embargo, otros consideran que el patrón podría ser producto de interferencias naturales o errores en los equipos de detección.
Comportamientos inusuales
Además de las señales de radio, el cometa ha mostrado otros comportamientos que desafían las explicaciones convencionales.
Por ejemplo, su cola ha cambiado de dirección, apuntando hacia el Sol en lugar de alejarse de él, lo que es inusual para un cometa.

Este fenómeno ha sido interpretado por algunos como una posible maniobra controlada, similar a un mecanismo de desaceleración, lo que sugiere la posibilidad de una inteligencia detrás de estos movimientos.
Composición y actividad
El 3I/ATLAS presenta una composición química atípica, dominada por dióxido de carbono en lugar de agua, y emite un resplandor verde, señal de intensa actividad química.
Estas características, junto con la presencia de agua en su coma, han desconcertado a los científicos, que aún no comprenden completamente los mecanismos que controlan su actividad a tan grandes distancias del Sol.
¿Una respuesta cósmica?
La combinación de señales de radio, comportamientos inusuales y una composición química atípica ha llevado a algunos a especular que el cometa podría estar respondiendo a las señales de la Tierra.
Sin embargo, la mayoría de los científicos se mantiene cautelosa, sugiriendo que estos fenómenos podrían ser explicados por procesos naturales aún no comprendidos.
A medida que el cometa se acerca a su perihelio el 29 de octubre, los astrónomos esperan obtener más datos que puedan arrojar luz sobre estos misteriosos comportamientos.
Mientras tanto, el 3I/ATLAS continúa siendo un enigma cósmico que desafía nuestra comprensión del universo.

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