Según un organismo de control gubernamental sin fines de lucro, se estima que se pagaron 350 millones de dólares en regalías no reveladas a los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) y a cientos de sus científicos, entre ellos el exdirector de la agencia, el Dr. Francis Collins, recientemente retirado, y el Dr. Anthony Fauci.
“Nosotros calculamos que se pagaron hasta USD 350 millones en regalías de terceros a los científicos del NIH durante los años fiscales entre 2010 y 2020”, dijo a los periodistas el director general de Open the Books, Adam Andrzejewski, en una conferencia de prensa telefónica el 9 de mayo.
“Nosotros sacamos esa conclusión porque, en los primeros cinco años, hubieron 134 millones de dólares que hemos podido cuantificar de cifras de primera línea que fluyeron de terceros pagadores, es decir, compañías farmacéuticas u otros pagadores, a los científicos de los NIH”.
Los primeros cinco años, de 2010 a 2014, constituyen el 40 por ciento del total, dijo.
“Ahora nosotros sabemos que hay 1675 científicos que recibieron pagos durante ese período, al menos un pago. En el año fiscal 2014, por ejemplo, se pagaron USD 36 millones y eso supone una media de USD 21,100 por científico”, dijo Andrzejewski.
“También encontramos que durante este período, el liderazgo en el NIH estuvo involucrado en la recepción de pagos de terceros. Por ejemplo, Francis Collins, el exdirector de los NIH, recibió 14 pagos. El Dr. Anthony Fauci recibió 23 pagos y su adjunto, Clifford Lane, recibió ocho pagos”.
Collins dimitió como director de los NIH en diciembre de 2021 tras 12 años al frente de la mayor agencia de salud pública del mundo. Fauci es el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de los NIH desde hace mucho tiempo, así como asesor médico principal del presidente Joe Biden. Lane es el subdirector del NIAID, a las órdenes de Fauci.
Los cinco empleados más importantes de los NIH, medidos en términos del número de pagos de regalías recibidas mientras estaban en la nómina del gobierno, según una hoja informativa publicada por Open the Books, incluyen a Robert Gallo, del Instituto Nacional del Cáncer, 271 pagos; Ira Pastan, del Instituto Nacional del Cáncer, 250 pagos; Mikulas Popovic, del Instituto Nacional del Cáncer, 191 pagos; Flossie Wong-Staal, del Instituto Nacional del Cáncer, 190 pagos; y Mangalasseril Sarngadharan, del Instituto Nacional del Cáncer, 188 pagos.
Solo Pastan sigue siendo empleado de los NIH, según Open the Books.
“Cuando un empleado de los NIH realiza un descubrimiento en su capacidad oficial, los NIH son propietarios de los derechos de cualquier patente resultante. Estas patentes se licencian para su uso comercial a empresas que podrían utilizarlas para sacar productos al mercado”, dice la hoja informativa.
“Los empleados figuran como inventores en las patentes y reciben una parte de los derechos obtenidos a través de cualquier licencia, o ‘transferencia de tecnología’ de sus invenciones. Esencialmente, el dinero de los contribuyentes que financia la investigación de los NIH beneficia a los investigadores empleados por los NIH porque figuran como inventores de patentes y, por lo tanto, reciben pagos de regalías de los licenciatarios”, añade el documento.
Un portavoz de los NIH no respondió al cierre de esta edición a una solicitud de comentarios.
Andrzejewski indicó a los periodistas que Associated Press informó ampliamente sobre los pagos de regalías de los NIH en 2005, incluyendo detalles específicos sobre quién recibió cuánto de qué pagadores por qué trabajo, lo que la agencia negó a Open the Books en 2022.
“En ese momento, sabíamos que había 918 científicos y que cada año recibían aproximadamente 9 millones de dólares, en promedio, con cada científico recibiendo 9700 dólares. Pero hoy en día, las cifras son mucho más grandes mientras Estados Unidos todavía está en una emergencia sanitaria nacional declarada. Es obvio que lo que está en juego en la atención sanitaria es mucho mayor”, dijo Andrzejewski.
Además indicó que los archivos que Open the Books está recibiendo —300 páginas de datos línea por línea— están “muy tachados”.
“Estos no son los archivos que recibió la AP en 2005, en los que se revelaba todo: el nombre del científico, el nombre del tercero que pagaba, el importe de los derechos pagados por el pagador al científico”, dijo a continuación. “Hoy en día, los NIH están produciendo una base de datos fuertemente tachada; no sabemos la cantidad de pago al científico y no sabemos el nombre del tercero que hace el pago. Todo eso está siendo editado”.
Los funcionarios federales están autorizados a suprimir información de las respuestas a las solicitudes de la FOIA si la divulgación de los datos perjudica el privilegio comercial de una empresa.
Los pagos de cánones no revelados son conflictos de intereses inherentes, dijo Andrzejewski.
“Nosotros creemos que existe un conflicto de intereses impropio inherente a los NIH”, agregó. “Considere el hecho de que cada año, los NIH reparten USD 32,000 millones en subvenciones a aproximadamente 56,000 beneficiarios. Ahora sabemos que en un período de 11 años, habrá aproximadamente 350 millones de dólares que fluyen por otra dirección desde terceros pagadores, muchos de los cuales reciben subvenciones de los NIH y esos pagos están fluyendo de nuevo a los científicos y a la dirección de los NIH”.
Fauci y Lane dijeron a la agencia AP que estaban de acuerdo en que había una apariencia de conflicto de intereses en la obtención de las regalías. A su vez, Fauci dijo que contribuyó con sus regalías a la caridad. Lane no hizo tal cosa, según Andrzejewski.
El formulario de divulgación financiera de ética que regía en el pasado definía los pagos de regalías como ingresos que los receptores recibían de los NIH, lo que significaba que los receptores no estaban obligados a enumerar sus pagos en el formulario.
Pero Andrzejewski dijo que los NIH se han negado a responder a su solicitud de aclaración sobre la cuestión de la divulgación.
“Si no lo hacen, ninguno de estos pagos está recibiendo ningún tipo de escrutinio y, en la medida en que una empresa hace pagos a la dirección o a los científicos, a la vez que recibe subvenciones (…) entonces eso, a primera vista, es un conflicto de intereses”, añadió.
Open the Books es una organización sin ánimo de lucro de vigilancia gubernamental con sede en Chicago que utiliza las leyes federales y estatales de libertad de información para obtener y publicar en Internet billones de dólares de gastos en todos los niveles del gobierno.
La organización sin ánimo de lucro presentó una demanda en virtud de la Ley de Libertad de Información (FOIA) para obtener documentación sobre todos los pagos realizados por empresas externas a los NIH y/o a los empleados actuales y antiguos de los NIH.
Los NIH se negaron a responder a la FOIA, por lo que Open the Books está llevando a la agencia a los tribunales, demandando por incumplimiento de la FOIA. Open the Books está representada en el tribunal federal por otra organización sin ánimo de lucro de vigilancia del gobierno, Judicial Watch.
Visto en: Trikooba Blog
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