Por RT
Las autoridades niponas pretenden actualizar sus normativas en vista de «las tendencias militares de Corea del Norte y China».
El Gobierno de Japón ha comenzado a buscar una manera de activar su capacidad de contraataque y, en particular, de asestar golpes contra bases enemigas en caso de una agresión externa, informó este fin de semana la agencia Kyodo.
Un documento al respecto prevé prohibir los ataques preventivos de Tokio que violen el derecho internacional, limitándose a las medidas mínimas necesarias, según explicaron el sábado varios funcionarios del Ejecutivo nipón. Al mismo tiempo, se pretende «simplificar los requisitos tanto como sea posible» para iniciar una contraofensiva y no limitar los objetivos de eventuales ataques.
La evaluación de la propuesta surge en vista de «las tendencias militares de Corea del Norte y China«, indica el medio. Las fuentes también admiten que al tratarse de un «cambio de las políticas exclusivamente orientadas a la defensa», no se descarta «que pueda generar tensiones en las regiones circundantes, lo que probablemente provoque controversia».
Se espera que los partidos Liberal Demócrata y Komeito inicien «conversaciones a gran escala» sobre esta iniciativa a finales de noviembre.
Dos opciones
Para que el potencial militar de Japón pueda entrar en acción en base a los nuevos lineamientos, se contemplan dos opciones.
Una variante supone el derecho a contratacar solo en caso de que Japón sufra una agresión y, para responder con la fuerza, se requerirá de la respectiva decisión del Parlamento. Mientras que la otra opción se basa en el derecho a la defensa colectiva, en caso de que un país aliado sufra una agresión y surja una amenaza existencial para Tokio. Respecto a esta segunda variante, el partido Komeito se muestra en contra.
Desde la suscripción del Tratado de Paz de San Francisco (1951), Tokio solo tiene el derecho a las Fuerzas de Autodefensa, que se limitan a operar en territorio nacional.
Takashi Kawakami, profesor de la Universidad Takushoku en Tokio, dijo semanas atrás que en 2027 el equilibrio del poder en Asia Oriental puede inclinarse a favor de China. Por esta razón, Japón emprenderá su mayor expansión militar desde la Segunda Guerra Mundial en una carrera para contrarrestar la creciente influencia del gigante continental, opinó.
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