Por Ufo Spain
Según la historia convencional la zona que hoy es Bolivia estuvo habitada por algunas antiguas culturas que no tuvieron contacto alguno con otras antiguas civilizaciones de fuera de América. Pero, ¿y si existiera una evidencia que pudiera probar lo contrario?
Esta evidencia existe, y se llama la Fuente Magna. Denominada como la “piedra roseta de las Américas”, esta fuente encontrada muy cerca de las orillas del lago Titicaca y considerada inicialmente como una burda falsificación, ha atraído cada vez más la atención de distintos investigadores que en gran número, han defendido su autenticidad.
La clave para la polémica estriba principalmente en la presencia de escritos en dos lenguas que absolutamente nada tienen que ver con el punto geográfico de su localización, como son la escritura cuneiforme sumeria y la semítica.
Del mismo modo tanto los grabados como el estilo que acompañan a los textos están en perfecta consonancia con las tradiciones mesopotámicas. Solo falta determinar qué hacían los sumerios en América hace más de 5.000 años.
Conocido también como Vaso Fuente. Fue descubierto en Bolivia por un campesino en un terreno privado que se dice que perteneció a la familia Manjon, situado en Chúa, a unos 80 kilómetros de La Paz, en las cercanías del lago Titicaca.
Se afirma que algunas partes del vaso estarían escritas en caracteres cuneiformes sumerios, protosumerios y semitas mesopotámicos.
Es una pieza grande, semejante a un vaso para libaciones, utilizado probablemente durante ceremonias religiosas. Fue encontrado en 1950 por un agricultor cerca de la localidad de Chua, cerca al lago Titicaca.
Actualmente se encuentra en un pequeño museo de la calle Jaén, La Paz, en Bolivia: Museo de metales preciosos “Museo de Oro”.
En la parte externa, el vaso contiene algunos bajorrelieves zoomorfos (de origen tihuanacoide), mientras que en el interior, además de una figura zoomorfa o antropomorfa (según la interpretación), hay incisos dos tipos de escritura diferentes, un alfabeto antiguo, proto-sumerio, y el quellca, idioma de la antigua Pukara, civilización precursora de Tiwanaku.
En 1960, el arqueólogo boliviano Max Portugal Zamora efectuó algunos pequeños trabajos de restauración en el vaso de piedra e intentó descifrar sin éxito la misteriosa escritura que está tallada en la parte interior.
Entre varios estudiosos debemos destacar la apertura y amplitud del investigador norteamericano Clyde Ahmed Winters PhD. quien tiene amplia experiencia en escrituras y lenguas antiguas, que a centrado sus estudios en encontrar relación de pueblos africanos en la América precolombina.
Fue uno de los pocos estudiosos que se animaron a descifrar esos signos. El Dr. Winters nos hizo llegar la suya que dice:
“Acérquense en el futuro a una persona dotada de gran protección en el nombre de la gran Nía. Este oráculo sirve a las personas que quieren alcanzar la pureza y reforzar su carácter..»
«La Divina Nía difundirá pureza, serenidad, carácter. Usa este talismán (la Fuente Magna), para hacer germinar en ti sabiduría y serenidad..»
«Utilizando el santuario adecuado, el santo ungüento, el sabio jura emprender el justo camino para alcanzar la pureza y el carácter. Oh sacerdote, encuentra la luz única para todos los que desean una vida noble.”
Según los textos antiguos, Ni-ash (Nammu o Nía) era la diosa que dio a luz al Cielo y a la Tierra, en los tiempos de los sumerios.
El bajorrelieve que hay en la parte interior del vaso, que puede evocar una rana (símbolo de fertilidad), según algunos investigadores es justamente la representación de Nía, la diosa de los Sumerios.
En opinión de Winters, esos signos hasta podrían considerarse “presumerios” es decir, más antiguos que la lengua mas antigua del mundo..
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