Por RT
El exjefe de la misión militar de Francia ante la ONU, Dominique Trinquand, argumentó que el hecho de que el gasoducto pertenezca a una empresa rusa «demuestra ‘a priori’ que Rusia no se beneficiaría de la explosión».
El general Dominique Trinquand, exjefe de la misión militar de Francia ante la ONU, afirmó que el hecho de que ninguna de las naciones occidentales que investigan las explosiones del gasoducto Nord Stream haya publicado sus resultados evidencia la supresión deliberada de sus hallazgos.
«No tenemos información completa a la mano. Lo que me llama la atención es que hay una investigación alemana, una investigación sueca, una investigación danesa, que ‘a priori’ no han recuperado elementos o no tienen realmente conclusiones. Si no tenemos conclusiones reales es probablemente porque hay conclusiones que no queremos dar«, dijo Trinquand en una entrevista con el medio francés LCI el viernes sobre el ataque al gasoducto Nord Stream, que tuvo lugar en septiembre de 2022.
Además, argumentó que si el ataque fuera responsabilidad de Rusia, como afirman algunos, entonces Alemania, Dinamarca y Suecia «seguramente habrían encontrado pruebas». Sin embargo, ya que no hay evidencia que incrimine a Moscú, el experto militar sugiere que «es necesario buscar en otra parte«.
En este sentido, considera que la pregunta clave que debe hacerse es «¿quién se beneficia del delito en cierta manera?». «El hecho de que el gasoducto pertenezca a una empresa rusa demuestra ‘a priori’ que Rusia no se beneficiaría de la explosión«, insistió el general.
Al mismo tiempo, Trinquand describió como «fiable», de «alta calidad y detallada» la reciente investigación del periodista estadounidense Seymour Hersh, ganador de un premio Pulitzer en 1970, en la que afirma que buzos de la Armada estadounidense colocaron los explosivos bajo la infraestructura de Nord Stream en junio de 2022.
Según una fuente familiarizada con el asunto, la operación se llevó a cabo bajo la cobertura de los ejercicios BALTOPS 22 de la OTAN. De acuerdo con el periodista, Noruega ayudó a los buzos a colocar las cargas bajo los gasoductos. Tres meses más tarde, los dispositivos fueron activados de forma remota para destruir las estructuras.
El general francés afirmó que la historia no solo es plausible, sino que también puede ser verificada.
«Esto no solo es fiable, sino que también se puede comprobar: todo el mundo puede hacerlo en la actualidad», señaló, apuntando a los servicios de seguimiento de aeronaves y embarcaciones en línea disponibles.
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