Por RT

Anatoli Antónov preguntó cuál sería la reacción de EE.UU. si «un dron ruso apareciera cerca de Nueva York o San Francisco».

El embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov, expresó este martes en declaraciones a la prensa que «los aviones y barcos estadounidenses no tienen nada que hacer cerca de las fronteras rusas».  

«¿Qué están haciendo [drones estadounidenses] a miles de kilómetros de EE.UU.? La respuesta es obvia: están recopilando información de inteligencia, que luego utiliza el régimen de Kiev para atacar a nuestras Fuerzas Armadas y nuestro territorio«, afirmó, al ser preguntado sobre la incursión del dron de combate y vigilancia MQ-9 Reaper de la Fuerza Aérea de EE.UU. sobre el espacio aéreo del mar Negro.

En este contexto, Antónov preguntó cuál sería la reacción de EE.UU. si «un dron ruso apareciera cerca de Nueva York o San Francisco». «Estoy seguro de que el Ejército estadounidense actuaría de forma inflexible, sin permitir una ‘brecha’ en su espacio aéreo o marítimo», aseveró.

Moscú espera que Washington «se abstenga de seguir especulando en el espacio mediático y deje de volar cerca de las fronteras rusas«, subrayó el jefe de la legación diplomática.

«Percibimos cualquier acción en la que se utilicen armas y equipos estadounidenses como abiertamente hostil», resaltó el embajador, recordando que Washington ya ha suministrado a Kiev ayuda militar por el valor de 33.000 millones de dólares. También indicó que «está más que claro que es EE.UU. quien está llevando la situación hacia una escalada deliberada, cargada de riesgo de conflicto armado directo».

El alto diplomático concluyó que es importante que «las líneas de comunicación permanezcan abiertas». «Rusia no busca la confrontación y aboga por una cooperación pragmática en interés de los pueblos de nuestros países», destacó.

La mañana de este martes un dron de combate, vigilancia y reconocimiento MQ-9 Reaper de la Fuerza Aérea de EE.UU. violó las restricciones temporales impuestas al uso del espacio aéreo sobre el mar Negro. Según el Ministerio de Defensa de Rusia, el dron se dirigía hacia el espacio aéreo ruso con los transpondedores apagados y perdió el control tras realizar una brusca maniobra, perdiendo altitud hasta estrellarse en el agua.

Los cazas Su-27 que despegaron al detectar la aeronave no entraron en contacto con el dron y tampoco hicieron uso de sus respectivos equipos, aclaró el organismo.

Por su parte, el Comando Europeo de EE.UU. informó que dos cazas rusos Su-27 interceptaron el dron «de forma arriesgada» y uno de los aviones colisionó con el MQ-9, golpeando la hélice del vehículo aéreo no tripulado, por lo que las fuerzas estadounidenses tuvieron que derribar el aparato en aguas internacionales.

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