Por Express
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Todos los pacientes con sospecha de demencia deberían someterse a una prueba de insuficiencia de vitamina B, según un destacado experto.
El profesor David Smith, excatedrático de Farmacología y jefe adjunto de la División de Ciencias Médicas de la Universidad de Oxford, afirma que los pacientes con pérdida de memoria temprana por la edad deben someterse a un sencillo análisis de sangre para comprobar sus niveles de vitamina B y omega 3.
Si los niveles son insuficientes, hay que recetar a los pacientes suplementos de vitaminas B6, B12 y B9 (ácido fólico) junto con grasas omega 3, cuya combinación ha demostrado ralentizar o detener el deterioro cognitivo.
Este llamamiento coincide con la publicación de un nuevo metaanálisis de 14 estudios en el British Journal of Nutrition, según el cual quienes recibieron entre los 60 y 70 años una combinación de vitaminas B y grasas omega 3 sufrieron menos deterioro cognitivo que quienes no lo hicieron.
La investigación, que incluyó a un total de 4.913 personas a las que se hizo un seguimiento de entre 6 meses y cuatro años, concluyó que «aumentar la ingesta de ambos nutrientes beneficia la cognición en los adultos mayores en comparación con el placebo».
Este metaanálisis sigue a un estudio pionero dirigido por el profesor David Smith, director del Proyecto de la Universidad de Oxford para Investigar la Memoria y el Envejecimiento (OPTIMA), llevado a cabo en 2015 que encontró una reducción dramática en la contracción del cerebro y la pérdida de memoria entre los que recibieron suplementos con altos niveles de vitaminas del grupo B en comparación con los que no, pero sólo en aquellos que tenían suficientes niveles sanguíneos de grasas omega 3.
En el estudio de dos años del profesor Smith sobre 270 personas mayores de 70 años con deterioro cognitivo precoz, a la mitad se les administró vitamina B y a la otra mitad pastillas falsas.
Los grupos a los que se administró vitamina B con niveles suficientes de omega 3 sufrieron una reducción media del 68% del encogimiento cerebral y prácticamente ninguna pérdida de memoria en comparación con los que recibieron placebos.
El profesor Smith afirmó que el ensayo, financiado en parte por Alzheimer’s Research UK, demostró que los efectos de las vitaminas B más omega 3 superaban cualquier beneficio mostrado en ensayos con fármacos.
Y dijo: «El efecto es mayor que el de cualquier tratamiento farmacológico hasta la fecha, sin efectos adversos».
Añadió: «Este efecto ha sido confirmado más recientemente por otros estudios, uno de los cuales encontró que los beneficios de esta combinación de suplementos tienemás de tres veces el beneficio en demencia clínica que cualquier ensayo con fármacos«.
Y además: «Actualmente no hay cura para el Alzheimer y nunca la habrá. Cuando una persona ha desarrollado esta enfermedad, el cerebro está demasiado encogido y dañado para ser reparado por ninguna pastilla. Incluso si pudiéramos encontrar una forma de reemplazar las células nerviosas perdidas, no podríamos reemplazar los recuerdos perdidos con ellas y, en última instancia, esos fármacos dejarían de funcionar. Con resultados tan sorprendentes, ¿por qué se ignoran estos hallazgos?.
Se ha demostrado que esta combinación de suplementos ralentiza drásticamente la progresión de esta enfermedad. Si un ensayo de una compañía farmacéutica obtuviera resultados como este, de la noche a la mañana se calificaría de éxito de ventas multimillonario«.
Y añadió: «Yo aconsejaría a todas las clínicas de memoria que midieran los niveles de homocisteína, una sustancia que se encuentra en la sangre de quienes no tienen suficientes vitaminas del grupo B, que aumenta hasta diez veces el riesgo de demencia«.
Patrick Holford, director de foodforthebrain.org, una organización benéfica líder en la prevención de la demencia que ofrece una prueba gratuita en línea de la función cognitiva, afirmó: «No se pueden construir células cerebrales sin grasas omega 3 y suficientes vitaminas del grupo B.
Si le das a un albañil un martillo o una bolsa de clavos, no construye una casa. Pero si le das ambos, podrá construirla. Ambos son vitales para construir células cerebrales. Ninguno puede funcionar sin el otro».
La esposa de Alan Norris, Dorothy, explica: »He recuperado a mi marido».
A Alan Norris, de 68 años, ex programador informático y padre de un hijo, de Worthing (Sussex), le diagnosticaron demencia el pasado diciembre.
Se sometió a una prueba cognitiva en foodforthebrain.org, que reveló que le faltaban vitaminas B vitales. Cuando empezó a tomarlas en forma de suplementos, mejoró su dieta y se volvió más activo física y socialmente, afirma que su «cerebro volvió a la vida».
Su mujer, Dorothy, de 73 años y antigua comadrona, afirma: «La transformación en tres meses ha sido notable. Siento que he recuperado a mi marido»
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