Por Ufo Spain
Antes del gran panteón de los antiguos dioses griegos y egipcios, estaban los antiguos dioses mesopotámicos, habitantes del Medio Oriente, y en algunos textos de estas civilizaciones se mencionan a los Anunnaki.
Los Anunnaki sirvieron como los principales dioses de los antiguos sumerios, así como para los acadios, asirios y babilonios, pero las descripciones sobre cuántos eran y qué papel jugaban suelen ser contradictorias.
Eran antiguos dioses sumerios, los más podersos del panteón y descendientes de las deidades supremas: An y Ki, dios de los cielos y la diosa de la Tierra respectivamente. Su misión: decretar los destinos de toda la humanidad.
Los mitos de la creación babilónica por su parte, cuenta que había 300 Anunnaki asignados para proteger el cielo y otros 300 para proteger el Inframundo.
Los Anunnaki y la pseudohistoria moderna: Zecharia Sitchin
Avanzamos rápidamente al siglo XIX, momento en el que los arqueólogos descubrieron decenas de tablillas de arcilla babilónicas antiguas. Las colecciones eran tan vastas que la investigación y las traducciones sobre ellas continúan hasta nuestros días.
El autor azerbaiyano Zecharia Sitchin escribió un libro que promulgó traducciones de 14 tablillas específicas relacionadas con Enki, “El Planeta 12”, en donde afirma que los antiguos sumerios dijeron que los Anunnaki provenían de un planeta mítico llamado Nibiru.
Nibiru, según Sitchin, tiene una órbita alargada de 3600 años. Cuando Nibiru estuvo cerca de la Tierra en un momento lejano, los Anunnaki decidieron acercarse al planeta hace unos 450.000 años, aterrizando en Sumeria.
Su objetivo: necesitaban oro para reparar la atmósfera de su planeta, pero al no poder extraerlo por ellos mismos, crearon una raza de seres llamados humanos para que hagan el trabajo por ellos.
El libro de Sitchin vendió millones de copias y junto con sus predecesores, el autor suizo Erich von Danniken y el autor ruso Immanuel Velikovsky, formaron el triunvirato de pseudo-historiadores que creen que los textos antiguos no son meras historias mitológicas.
Los tres hombres expresaban que los antiguos textos babilónicos, entre otros, eran revistas científicas. En lugar de ver a los Anunnaki como dioses míticos desde el cielo, estos tres hombres creyeron que los Anunnaki eran extraterrestres.
Los humanos, por lo tanto, fueron obligados a servir a los maestros extraterrestres que necesitaban la riqueza mineral de la Tierra para sostener su civilización.
Los principales académicos e historiadores rechazan rotundamente las nociones de Sitchin y sus colegas. Las antiguas historias babilónicas son solo eso: historias escritas por pueblos antiguos que trataban de explicar su mundo de una manera que tenía sentido para ellos.
La ciencia moderna y el conocimiento humano colectivo han avanzado desde entonces para explicar las inundaciones, la astronomía, los animales y una serie de otros conceptos que, en algún momento, se consideraron obras de dioses sobrenaturales.
No hay duda de una cosa: los antiguos babilonios eran más avanzados de lo que se creía históricamente.
Una tablilla de arcilla traducida en 2015 muestra que los astrónomos hicieron cálculos matemáticos extremadamente precisos para la órbita de Júpiter un total de 1400 años antes de que lo hicieran los europeos.
Los babilonios también habrían creado la trigonometría 1000 años antes que los antiguos griegos. ¿Significa esto que los antiguos sumerios tenían visitantes extranjeros que les enseñaron ciencias y matemáticas avanzadas?
¿Tenían las antiguas civilizaciones acceso a computadoras de alto poder o herramientas tecnológicas que les permitieran realizar cálculos complejos?
Nadie sabe qué pensaban los antiguos sumerios cuando escribieron sobre los Anunnaki.
Los historiadores denuncian a los teóricos alienígenas y éstos a su vez creen que no hay manera de que las civilizaciones humanas antiguas puedan haber conocido las matemáticas complejas sin la ayuda de seres más avanzados.
Las preguntas y los misterios persistentes sobre los Anunnaki pueden no tener nada que ver con extraterrestres, pero para saber más, los arqueólogos deben encontrar más escritos de ese periodo de tiempo.
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