Muchos estudiosos han realizado experimentos, que han demostrado el gran poder que pueden tener los pensamientos sobre nuestro cuerpo, tanto para bien como para mal. De hecho, existen innumerables historias de curaciones milagrosas y de fallecimientos incomprensibles que la medicina nunca ha podido explicar.
Los efectos placebo y nocebo forman parte de esas evidencias que muestran que tenemos el poder de curarnos o enfermarnos, pero el problema es que no sabemos dominarlo.
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