Traducción y corrección de la traducción: El Blog de Skiper
A principios de este mes, Reuters produjo un informe que no recibió suficiente atención entre el público estadounidense; su contenido seguramente alarmaría a la mayoría de las personas preocupadas por el estallido de más «catástrofes globales».
Al menos es un momento curioso: en medio de la reciente interrupción inducida por la pandemia en las cadenas de suministro globales, las naciones poderosas y las instituciones bancarias decidieron unirse para ejecutar un escenario de colapso económico global.
El informe describió que Israel lideró una «simulación de 10 países de un gran ataque cibernético al sistema financiero global en un intento por aumentar la cooperación que podría ayudar a minimizar cualquier daño potencial a los mercados financieros y los bancos».
Se centró en un escenario catastrófico en el que «los piratas informáticos iban 10 pasos por delante de nosotros», según un funcionario que participó.
Apodado «Fuerza colectiva», el ejercicio se llevó a cabo en Jerusalén (después de ser trasladado desde la ubicación propuesta original de Dubái) e incluyó la participación también de los Estados Unidos, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, Austria, Suiza, Alemania, Italia, Países Bajos y Tailandia. También participaron funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco de Pagos Internacionales.
La simulación de juego financiero-geopolítico se realizó en medio de un escenario en el que se filtraron datos confidenciales en la Dark Web, lo que se combinó con informes de «noticias falsas» que se volvieron virales en todas las sociedades, lo que resultó en el colapso de los mercados globales y la consiguiente carrera bancaria.
Además, la simulación preveía una serie de ataques devastadores dirigidos a los sistemas cambiarios mundiales, que también interrumpieron las transacciones entre importadores y exportadores, según Reuters .
La simulación estableció un período de crisis severa que duró aproximadamente una semana y media. Los eventos fueron guiados por una película y un narrador que relató los eventos ‘en vivo’ de rápido movimiento…
«Estos eventos están creando estragos en los mercados financieros», dijo un narrador de una película que se mostró a los participantes como parte de la simulación y que fue vista por Reuters.
Además, el informe detallado de la simulación alojada bajo los auspicios del Ministerio de Finanzas de Israel:
«Los bancos están solicitando asistencia de liquidez de emergencia en una multitud de monedas para detener el caos mientras las contrapartes retiran sus fondos y limitan el acceso a la liquidez, dejando a los bancos en el desorden y la ruina», dijo el narrador.
Los participantes discutieron las políticas multilaterales para responder a la crisis, incluyendo un feriado bancario coordinado, períodos de gracia para el pago de la deuda, acuerdos SWAP/REPO y desvinculación coordinada de las principales monedas.
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Países e instituciones participantes en la simulación, Via Reuters
Aparentemente, lo que fue un ejercicio «exitoso» de diez días, tenía como objetivo que cada país estuviera preparado para contener el daño global proveniente de algún tipo de gran evento o amenaza cibernética. La conclusión clave fue que solo a través de una cooperación global rápida y una comunicación abierta entre las naciones, habría oportunidad de evitar el colapso total del sistema financiero global (o quizás más bien dirigido por Occidente).
Curiosamente, algunos participantes dijeron que en realidad se moverían más rápido que en la simulación en el caso de una interrupción cibernética de esa escala. Dijeron que «en una situación real de ataque cibernético, los gobiernos actuarían más rápidamente que en la simulación», según Reuters. «Un funcionario financiero europeo dijo que en el caso de un ataque de este tipo, su país no esperaría 10 días para actuar».
Sin embargo, dudamos que gran parte del público occidental se sienta «reconfortado» por las élites globales involucradas en un escenario de «preparación» de un colapso global simulado. Nuevamente, como si el 2020 y el 2021 bajo la pandemia no fueran suficientes escenarios de desastre y crisis del «mundo real», uno cuestiona la necesidad de jugar un escenario «simulado» en primer lugar.
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