Por Mundo Esotérico y Paranormal

Astrónomos han detectado una misteriosa señal de radio en el espacio pulsando cada 18 minutos y 18 segundos durante un período de tres meses antes de desaparecer por completo, revelando “una periodicidad inusual” que no se había observado anteriormente. Aunque aún se desconoce la fuente de esta señal, los científicos creen que esos pulsos mecánicos pueden ser la firma rotacional de una exótica estrella muerta, tal vez una enana blanca o un “magnetar” altamente magnetizado, ubicado a unos 4.000 años luz de distancia.

Pero no importa de qué se trate, para los astrónomos el descubrimiento revelará más información sobre los extremos evolutivos que rodean la vida y la muerte de las estrellas masivas, según dice el estudio, que se publicó el miércoles en la revista científica Nature.

«El hecho de que se repita con tanta regularidad (la misma tasa de precisión de una diezmilésima de segundo durante los tres meses que estuvo visible) significa que es muy probable que sea un objeto giratorio”, dijo Natasha Hurley-Walker, radioastrónoma en el Centro Internacional para la Investigación de Radioastronomía (ICRAR) que dirigió el estudio. 

“Son posibles períodos orbitales de 18 minutos, pero no hay modelos que produzcan una emisión de radio tan brillante de dos objetos en órbita entre sí, con tanta precisión, y cualquiera que produzca cualquier tipo de ondas de radio también lo haría, producir emisión de rayos X, que no vemos.”

Además de presentar un fascinante rompecabezas cósmico sobre su origen, el objeto sin precedentes también podría ayudar a los científicos a comprender otros fenómenos misteriosos, como las ráfagas rápidas de radio, una clase de emisión de radio que hasta ahora ha desafiado toda explicación.

Nunca visto antes

La historia de cómo el equipo detectó por primera vez esta extraña fuente de radio es tan interesante como la propia señal. Como parte de un proyecto de pregrado, Hurley-Walker hizo que sus estudiantes revisaran un gran estudio del cielo llamado GaLactic and Extragalactic All-sky MWA eXtended (GLEAM-X) utilizando el Murchison Widefield Array, uno de los radiotelescopios más sensibles de la Tierra.

Como si se tratara de la película de Netflix “No mires arriba”, el coautor del estudio Tyrone O’Doherty, que ahora es estudiante de posgrado en ICRAR, detectó la fuente de radio en los datos de GLEAM-X tomados en marzo de 2018, pero no los vio en las imágenes tomadas unos meses después, en mayo. 

El equipo finalmente rastreó 71 pulsos en total, cada uno con una duración de entre 30 y 60 segundos y mostrando ese extraño período característico de 18:18 minutos. La fuente de radio, que se conoce como GLEAM-X J162759.5-523504.3, fue visible entre enero y marzo de 2018, pero los investigadores no pudieron detectarla en las observaciones realizadas antes o después de ese período de tiempo.

Aunque el objeto solo fue visible para los telescopios durante un corto tiempo, sus extrañas características ofrecen algunas pistas tentadoras sobre su naturaleza. Sus pulsos de radio muestran una fuerte polarización lineal, lo que sugiere la presencia de campos magnéticos ordenados. 

Parece demasiado brillante para ser un planeta y su perfil de luz sugiere que es demasiado compacto para ser una estrella normal. Por proceso de eliminación, Hurley-Walker y sus colegas creen que el objeto es una enana blanca o un magnetar, los cuales son restos de estrellas que se han quemado.

En cualquier caso, GLEAM-X J162759.5-523504.3 sería diferente a todo lo visto antes. Hurley-Walker señala que la única otra enana blanca conocida que produce pulsos similares está 10 veces más cerca de la Tierra pero 100 veces más débil que el objeto recién descubierto, lo que plantea la pregunta de por qué estos dos objetos mostrarían un brillo de radio tan drásticamente diferente. 

Mientras tanto, todos los magnetares conocidos giran a un ritmo rápido de menos de 10 segundos, ni siquiera cerca del período de 18 minutos visto desde GLEAM-X J162759.5-523504.3.

Cualquiera de las explicaciones podría ofrecer información relevante sobre los ciclos de vida de las estrellas, los misterios del universo de radio y otras preguntas sin resolver. Por ejemplo, algunos científicos creen que los magnetares de período ultralargo podrían producir ráfagas de radio rápidas, que a veces también se repiten en ritmos regulares.

Detectar un magnetar de período ultralargo podría ayudar a resolver los enigmas de las ráfagas de radio rápidas, que es un objetivo importante para los astrónomos.

Hurley-Walker ahora se plantea usar el MWA para monitorear constantemente la Vía Láctea en tiempo real para que ella y sus colegas puedan captar otros extraños transitorios de radio e inmediatamente realizar poderosas observaciones de seguimiento.

Pero también hay quien cree que el hecho de que envíe una señal cada 18 minutos y 18 segundos durante un período de tres meses no es una simple causalidad ni tampoco un fenómeno natural, sino más bien de origen extraterrestre.

Las teorías propuestas son naves espaciales impulsadas por velas solares, una megaconstrucción espacial, e incluso que se trate de un mensaje que ya ha sido recibido aquí en la Tierra. Lo cierto es que hasta que no tengamos evidencias de lo que podría ser, no se debería poder descartar ninguna posibilidad.

¿Qué opinas sobre la misteriosa señal? ¿Es un fenómeno natural o podría ser de origen extraterrestre?

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