Un estudio recientemente publicado demuestran in vitro (en línea de células hepáticas humanas) que la terapia génica de Pfizer se integra en el ADN de la célula en tan solo seis horas mediante un proceso de transcripción inversa.
Lo que esto indica, de manera empírica, es que los “vacunados” con ARNm estarían integrando la información genética de la “vacuna”, el ARN dentro de su propio genoma celular (integrado en ADN) y estarían siendo modificados genéticamente. Esto, por desgracia, sería irreversible.
Estamos ante lo que siempre nos dijeron que no podía ocurrir.
La modificación genética de los humanos tiene serias implicaciones.
Un organismo genéticamente modificado incorpora una firma de aquel que lo modifica, que pasaría a ostentar derechos de patente sobre el organismo modificado y su descendencia.
Un organismo (persona) modificada genéticamente, deja de ser humano y por lo tanto no podría ostentar derechos que son propios de un ser humano si ya ha dejado de serlo.
Esto abre la posibilidad de incorporar al genoma de la persona inoculada cualquier cambio genético que se quiera incluir.
Esto explicaría por qué tras tres meses, se encuentra tanto la proteína S como la cadena de ARNm en los ganglios linfáticos (centros germinales) de los “vacunados”.
Una vez integrada en su genoma celular seguirían expresando la proteína S de manera indefinida.
Fuente: http://t.me/despertadordelamatrix
Visto en: Astillas de Realidad
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