Por EcoPortal.net

Las dietas basadas en plantas se han convertido en una tendencia en nuestros días. Supone una forma de conseguir importantes beneficios para nuestra salud, al mismo tiempo que nos nutrimos de una forma sostenible, respetando el medio ambiente.

Sin embargo, requiere de un cierto esfuerzo, ya que habrá que llevar a cabo un cambio drástico en nuestra alimentación y estilo de vida. Por fortuna, existen recetas vegetarianas fáciles con las que nos podemos introducir en este mundillo.

Si te interesa hacer este tipo de dieta, te animamos a seguir leyendo para que conozcas todas sus características:

¿Qué es una dieta basada en plantas?

Una dieta basada en plantas es un tipo de estilo de alimentación que se basa fundamentalmente en alimentos de origen vegetal, como es el caso de frutas y verduras, de legumbres (como lentejas o garbanzos), cereales integrales (como podría ser el mijo, arroz integral, cebada…), semillas y frutos secos.

La principal diferencia con una dieta convencional es que se sustituyen los alimentos de origen animal por los tipos de alimentos ya descritos. De la misma manera, también existe un gran cambio con los alimentos ultraprocesados: aunque si bien es cierto que estos no se eliminarán de la dieta, sí que se restringirán lo máximo posible.

Aquellas personas que se decidan a seguir una dieta basada en plantas deben tener una correcta educación y orientación profesional. El objetivo de esto es evitar carencias que pudieran producir importantes problemas de salud al restringir ciertos alimentos.

Es importante conocer las ventajas y las desventajas del tipo de alimentación escogida y tener siempre la información adecuada para evitar problemas.

¿Cuáles son los beneficios de una dieta basada en plantas?

Los beneficios los podemos medir en dos pilares: salud, y medio ambiente. Aunque las personas que se convierten al veganismo tienen distintas justificaciones para hacerlo, la realidad es que los beneficios son múltiples.

Beneficios a nivel de salud

1.      Reduce la toxicidad en el organismo

Alimentos cómo los lácteos, carne, huevos o el pescado contienen hormonas, antibióticos, esteroides y otros elementos que son perjudiciales para nuestra salud. Estos elementos se le han suministrado durante la cría.

Es posible encontrar opciones ecológicas que minimicen el uso de dichos elementos tóxicos; por desgracia, seguirán teniendo metales pesados como pueden ser los bifenilos policlorados o el mercurio. Estos elementos también son tóxicos y terminarán perjudicando nuestra salud.

Una manera de reducir la toxicidad en el organismo es consumiendo tan solo alimentos de origen orgánico y minimizando aquellos de origen animal.

2.      Disminución de colesterol malo y control de la inflamación

Hacer el cambio a una dieta basada en plantas también puede beneficiarnos a la hora de evitar contraer ciertas enfermedades. Por ejemplo, aquellas que son crónicas, como las que afectan al corazón, diabetes o cáncer.

Es posible que se deba a que la carne roja contiene grasas saturadas que sumado a otros factores, puedan contribuir a mayores niveles de colesterol. Por otro lado, múltiples investigaciones recientes han comprobado cómo los lácteos pueden resultar inflamatorios para nuestro organismo.

  1. Mejor tránsito intestinal

Además, al optar por proteínas vegetarianas en lugar de proteínas animales, estamos aumentando el consumo de fibra, beneficiando el tránsito intestinal. Esto puede resultar especialmente beneficioso para aquellas personas que sufren de estreñimiento.

4.      Menor oxidación

Las plantas y las frutas nos aportan antioxidantes (como es el caso de la vitamina C, E o el selenio).

Entre otras funciones, los antioxidantes tienen el papel de combatir contra los radicales libres que provocan la oxidación en nuestro organismo. Esta oxidación eleva la posibilidad de padecer más enfermedades al provocar un envejecimiento celular más rápido.

Por supuesto, no hay verdades absolutas y todo es relativo. También es posible caer en una alimentación vegana no saludable, si por ejemplo optamos por una mayoría de productos procesados, harinas refinadas, y exceso de azúcar. Por lo cual, todo depende de cómo gestionemos nuestra alimentación.

Beneficios a nivel ambiental

El consumo excesivo de productos de origen animal es uno de los principales problemas de la deforestación en el mundo. En cuanto conocemos los datos, descubrimos que son escalofriantes: y es que 3 de cada 10 tierras del mundo se destina a criar ganado.

También hay que tener en cuenta que uno de los principales precursores del efecto invernadero son las granjas de animales. Los mismos gases están relacionados con un aumento del calentamiento global.

Por otro lado, los alimentos de origen vegetal no requieren de tanta energía, agua y espacio para crecer como los animales.

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