Por RT
Un gran avance en la decodificación de señales cerebrales podría permitir que en el futuro los soldados se comuniquen sin tener que hablar en voz alta durante las operaciones militares.
Una nueva investigación ha logrado separar «con éxito» las señales cerebrales que influyen en la acción o el comportamiento de las que no lo hacen, informa el portal C4ISRNET, que cubre las tendencias emergentes en la tecnología de guerra militar.
Financiado por la Oficina de Investigación del Ejército de EE.UU., el estudio utilizó un algoritmo y matemáticas complejas para identificar qué señales cerebrales dirigían el movimiento o señales relevantes para el comportamiento, y luego pudieron separarlas de las otras señales cerebrales más estancadas y no relacionadas con el comportamiento.
En el experimento, los investigadores monitorearon las señales cerebrales de un mono mientras alcanzaba repetidamente una pelota.
«Aquí no solo estamos midiendo señales, sino que las estamos interpretando», explicó al medio Hamid Krim, director del programa de la Oficina de Investigación del Ejército.
Los investigadores se muestran ansiosos con sus hallazgos y esperan que algún día una máquina pueda proporcionar retroalimentación a los cerebros de los soldados. De esta manera, tendrán la oportunidad de tomar «medidas correctivas» antes de que suceda algo y proteger su salud o la vida.
Un ejemplo de esto sería un dispositivo que calcule si el cerebro de un soldado está estresado o cansado, antes de que el cerebro envíe las señales que le hacen saber que lo está, para que pueda tomar un descanso.
De acuerdo con Krim, el único límite a las posibilidades «es la imaginación». Asimismo, agregó que, basándose en los hallazgos, otro potencial beneficio para los militares podría ser que el cerebro y las computadoras se comuniquen a través de las señales cerebrales, lo que permitiría a los soldados hablar en silencio a través de sus ondas cerebrales durante las operaciones militares.
El experto explicó que esas computadoras «podrían estar en su bolsillo, podrían ser su teléfono móvil o lo que sea, y que esa computadora hable con la computadora de su compañero de equipo».
Sin embargo, Krim admitió que el desarrollo de esta tecnología estaba «probablemente a décadas de distancia«.
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