Por Dr. Joseph Mercola/ Mercola.com

Davos es una ciudad de Suiza, conocida por ser un excelente lugar para esquiar como por ser la sede de la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). La reunión se describe como «la fuerza más creativa para involucrar a los principales líderes del mundo en actividades colaborativas para crear las agendas globales, regionales y de la industria al comienzo de cada año».

Esta oligarquía de élite, está detrás de un plan tecnocrático que busca gobernar la sociedad a través de la tecnología programada por científicos y automatizada por medio de inteligencia artificial, en lugar de políticos y líderes gubernamentales elegidos por medio de la democracia. El video anterior demuestra fragmentos de la reunión del Foro Económico Mundial del 2016, con el discurso de Truthstream Media.

Se compara con las reuniones del Grupo Bilderberg, creado por el príncipe Bernhard de los Países Bajos en 1954 para «fomentar el diálogo entre Europa y América del Norte», pero a diferencia de las reuniones de Bilderberg, cuyos detalles no se publican, el WEF es un foro abierto que puede ser divulgado al público.

Esta discusión es muy respetuosa, pero eso no hace que su contenido sea menos escalofriante.

Buscan manipular nuestros pensamientos en nuestra contra

¿Qué pasaría su pudieran leer los pensamientos? Los expertos del WEF sugirieron que se podían incorporar diferentes maneras de escanear y mapear el cerebro en el sistema legal para que los abogados lo utilizaran como parte de los juicios.

De acuerdo con uno de los expertos, Jack Gallant, director de The Gallant Lab en UC Berkeley, «es posible descodificar cualquier elemento presente en la conciencia, es solo cuestión de [encontrar las] tecnologías más adecuadas».

Si esto sucediera, tendría consecuencias jurídicas importantes, de modo que, si una persona elige no confesar, su cerebro podría hacerlo. Esto ya sucedió en la India, cuando se utilizó esta tecnología para condenar a una persona de manera penal al basarse en los datos recibidos de su cerebro, y no a través de sus palabras.

Es posible decodificar señales tan detalladas cómo para poder desarrollar una película, incluyendo no solo los objetos y acciones en la película, sino los sentimientos causados con respecto a la película.

En 2017, investigadores de los Laboratorios de Neurociencia Computacional ATR de Japón y la Universidad de Kyoto crearon un programa para reconstruir imágenes a partir de la actividad cerebral. En un ejemplo, una persona se imaginó a un guepardo, lo que llevó al programa a reconstruir dicha imagen, aunque con un aspecto algo abstracto.

Además, cada emoción deja un rastro en el cerebro que se puede «identificar». Leer la mente, entonces, ya no es una obra de ciencia ficción. El WEF citó un estudio realizado por investigadores de la Universidad Carnegie Mellon que están utilizando esta tecnología para decodificar pensamientos complejos. De acuerdo con la OMS:

«Esta tecnología es capaz de comprender eventos complejos, expresados como oraciones, y características semánticas, como personas, lugares y acciones, para predecir qué tipo de pensamientos se están contemplando. Después de acceder a los desencadenantes de 239 oraciones, el programa fue capaz de predecir una frase hasta con un 87 % de precisión.

Marcel Just, quien dirige la investigación, explicó lo siguiente: ‘Este avance nos permite decodificar pensamientos que contienen varios conceptos. La mayoría de los pensamientos humanos se encuentran conformados por esto'».

‘El peor dispositivo posible’

En la actualidad no existe una ley que proteja la «libertad de pensamiento» como la que protege la libertad de expresión, tal como sucede con la «privacidad mental»; Sin embargo, la tecnología de decodificación cerebral está programada para utilizarse frente a las personas. Sin embargo, esta tecnología de decodificación está programada para usarse contra las personas.

Gallant declaró: «Ahora existe un programa gubernamental que busca mejorar la tecnología para medir la neurociencia, ya que ayuda a la investigación para que podamos medir mejor el cerebro, y así decodificar el cerebro y la función cerebral que será aplicable a la ley».

Otro experto, Brian Knutson, profesor de psicología y neurociencia en Stanford, describe pensamientos y sentimientos que quizás no pueda verbalizar, que aún dejan un rastro en el cerebro. «Y seriamos capaces de decodificarlo», explicó.

Uno de sus objetivos podría ser decodificar el cerebro de una persona incluso sin su consentimiento. Rana Foroohar, editora de la revista TIME a cargo de economía y negocios, explicó lo siguiente:

«Si pudiéramos llegar al punto, en el que se puede descodificar el cerebro de un sospechoso de alguna manera, los sistemas legales no se basan en ninguna presunción de que podamos lograrlo y, por lo tanto, no hay protección legal que se le otorgue.

Entonces, si nos centráramos en buscar si existen los derechos humanos, existen protecciones constitucionales para la libertad de pensamiento o la privacidad mental, pero no para los derechos humanos».

Los científicos ya han decodificado varios aspectos del lenguaje, como la fonética, la sintaxis y la semántica. A partir de ahí, es solo cuestión de tiempo antes de que el habla, los pensamientos y la mente, se puedan decodificar.

«Cuando se tiene todo esto es posible decodificar el lenguaje, dijo Gallant. Ahora, por supuesto, con esto se busca decodificar el dialogo interno. Y una vez que se logra, se crea el peor dispositivo de decodificación cerebral posible, o el mejor, según el punto de vista. El dispositivo de decodificación cerebral más controvertido». Entonces los expertos se ríen.

Los dispositivos portátiles de decodificación podrían estar listos en pocos años

Gallant explicó que cree que es solo cuestión de tiempo antes de que exista una tecnología de decodificación que decodifique el lenguaje muy rápidamente: «Todas las personas lo usarán, porque ha observado que están muy dispuesta a otorgar su privacidad por conveniencia«. Un prototipo podría estar listo en la próxima década.

Aunque plantean todas las preguntas que esto genera, no hay duda de si deberían continuar. Esto ya está sucediendo.

«La tecnología está a punto de traernos una era en la que las autoridades tengan la capacidad de leer la mente de las personas sin su consentimiento, incluso en los tribunales y clasificar a las personas, incluyendo los niños, como posibles delincuentes en función de las ondas cerebrales. y todo esto se discutió de manera informal en Davos», señaló Truthstream Media.

De hecho, Kent Kiehl, de la Universidad de Nuevo México y MIND Research Network, ha utilizado escáneres cerebrales para descubrir lo que él cree que es un rastro específico de la psicopatía. También señaló: «Mucha evidencia sugiere que las características centrales de la psicopatía son de naturaleza evolutiva, con rasgos persistentes que se hacen evidentes antes de los 10 años».

Sería maravilloso descifrar que persona puede convertirse en psicópata a través de la decodificación cerebral e identificarlo a la edad de 10 años. Los científicos también están tratando de usar la decodificación para averiguar qué tan probable es que una persona vuelva a cometer un crimen, con el fin de influir en la sentencia penal.

El panel del WEF incluso realizó una encuesta pública para averiguar en quién confiarían las personas para acceder a sus pensamientos y recuerdos: ¿el gobierno, la policía, los médicos, su empleador, su cónyuge o ninguno de los anteriores? El 3 % explicó que cedería el acceso al gobierno, en comparación con el 25 % a su cónyuge.

Podrían implantar recuerdos falsos

Parte de lo que hace que la decodificación y leer la mente sean tan aterradores es que pueden implantar los recuerdos. Elizabeth Loftus, profesora de psicología en UC Irvine, ha realizado una investigación que demuestra que la memoria no solo no es confiable, sino que se manipula fácilmente.

«Podemos distorsionar los recuerdos por los detalles de un evento experimental», dijo a The Guardian en 2003. «Y también se pueden implantar recuerdos completamente falsos, los cuales son detallados y extensos». Lo que han demostrado sus décadas de investigación es que la memoria no siempre funciona como un dispositivo de grabación que solo reproduce los escenarios.

«La memoria funciona como una página de internet», dijo a NPR. «Es posible modificarla, lo cual puede suceder con la ayuda de otras personas». Entonces, pueden implantar los recuerdos en la mente de las personas, y eso no es todo.

Otra área de investigación es detectar el dolor, al comprender los circuitos que lo causan. Si eso se puede lograr, es posible que lo puedan usar como una medida coercitiva en el sistema legal, señalaron los expertos del WEF. «Eso es maravilloso», respondió uno de ellos.

El gobierno tiene experimentos de control mental

Si esto suena muy conspirativo como para ser verdad, considere la CIA’s top-secret MK-Ultra project, que se dedicó a experimentos de control mental, tortura humana y otros estudios médicos, incluyendo grandes cantidades de LSD para «descifrar la mente y destruir la conciencia».

En décadas pasadas, los tecnócratas, que es la élite mundial que dirige la gestión de las naciones a nivel mundial, solicitaron un «nuevo orden mundial». En la actualidad, se están utilizando términos como «el gran reinicio», «la cuarta revolución industrial» y «una mejor reconstrucción», como miedo y control social, provocados por la Pandemia del COVID-19.

Términos como «la cuarta revolución industrial» y «una mejor reconstrucción» se refieren a la misma agenda a largo plazo para desmantelar la democracia y las fronteras nacionales en favor de un control global y la vigilancia tecnológica para mantener el orden público.

Las señales de advertencia están a nuestro alrededor, si estamos dispuestos a observarlas por lo que realmente son. La única pregunta ahora es si suficientes personas están dispuestas a resistirse para marcar la diferencia.

Visto en: Sott.net

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