Por RT
Se cree que ese túmulo funerario fue construido en al menos tres etapas, la última de las cuales fue erigida entre 2450 y 2300 años antes de Cristo.
Un equipo internacional de científicos ha descubierto en el norte de Siria un túmulo funerario de la antigua civilización mesopotámica que podría ser el monumento a los caídos más antiguo del mundo del que se tiene conocimiento, según un estudio publicado en la revista Antiquity.
Los responsables de la investigación analizaron una colina en forma cónica levantada por el hombre y conocida como Monumento Blanco, que se encuentra cerca de la ciudad de Tell Banat. Se cree que este montículo fue creado en al menos tres etapas. La parte analizada en dicho estudio corresponde a la última de ellas, erigida entre 2450 y 2300 años antes de Cristo.
Anteriormente se creía que esta elevación era una antigua fosa común de combatientes enemigos, sin embargo, la colocación ordenada de los cadáveres sugiere que se trataría de un monumento a un ejército bien organizado. Otros túmulos funerarios encontrados en el norte de Siria contienen restos dispersos, por lo que se cree que esos sí serían fosas comunes de ejércitos derrotados.
Diferencias del Monumento Blanco respecto a otras fosas
Pero el montículo de Tell Banat difiere tanto en la colocación de los cuerpos como en su ornamentación. Además de la cuidadosa disposición de los cuerpos, en el lugar se encontraron restos de armas, huesos de animales, vasijas de cerámica y cuencos de alabastro, entre otros objetos.
«Las gentes de la antigüedad honraban a los que murieron en batalla, al igual» que en la actualidad, dijo la autora principal del estudio, Anne Porter, profesora de la Universidad de Toronto (Canadá). «Sabemos que traían [al Monumento Blanco] los cuerpos de los muertos de algún otro lugar, quizás mucho después de la batalla, y los enterraban en un enorme montículo que era visible a kilómetros a la redonda», agregó.
Los autores del estudio consideran que se trata del primer monumento conocido que se levantó como tributo a los muertos en guerra. También plantea la posibilidad de que otros sitios en el norte y centro de Siria no se hayan entendido completamente y podrían guardar nuevos descubrimientos.
Deja una respuesta