Stewart, M., Andrieux, E., Clark-Wilson, R. et al. 2021

Por RT

Los investigadores lograron identificar restos de una cuarentena de especies animales diferentes, incluyendo gacelas, cabras y camellos, entre otras.

Un grupo internacional de investigadores descubrió en la región desértica de Haret Bani Rashid, en el noroeste de Arabia Saudita, un tubo de lava que ha servido como refugio para hienas (‘Hyaena hyaena’) durante milenios y contiene decenas de miles de huesos de diversas especies animales, incluidos cráneos humanos.

De acuerdo a su estudio, publicado recientemente en la revista Archaeological and Anthropological Sciences, el equipo de arqueólogos encontró el inmenso depósito de huesos mientras realizaba trabajos de investigación en el sistema cavernoso conocido como Umm Jirsan, que, de acuerdo a los resultados de las pruebas de datación por radiocarbono, ha sido habitado por hienas por los últimos 7.000 años.

A pesar de que la caverna fue descubierta en 2017, los gruñidos que provenían de su interior evitaron que los científicos se aventuraran a investigar en sus adentros, lo que demuestra que el sitio continúa siendo habitado hasta estos días.

Durante su trabajo, los académicos analizaron un total de 1.917 huesos y dientes recuperados del interior de la cueva, de los cuales, cerca de la mitad pudieron ser relacionados con 40 distintas especies animales, como caballos, burros, camellos, cabras y gacelas, entre otros, e incluso la parte superior de tres cráneos humanos.

Los análisis tafológicos de los restos encontrados sugieren que las hienas transportaron al interior de la caverna los cuerpos enteros de sus presas de menor tamaño, mientras que los animales más grandes fueron separados en pedazos y únicamente fueron llevados las partes con mayor valor nutricional.

Las hienas son conocidos carroñeras que se alimentan prácticamente de cualquier animal, a los que desmiembran con sus poderosas mandíbulas, capaces de triturar huesos con facilidad. Asimismo, su potente sistema digestivo les permite digerir partes del cuerpo de sus presas que la mayoría de animales no podría asimilar, como pesuñas, pelaje, cornamentas, ligamentos u otras.

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