Este viernes, el Pentágono de Estados Unidos aseguró que Rusia busca un «pretexto» para invadir Ucrania, y que podría fabricar algún falso ataque para intervenir en el país vecino. Tras una semana de conversaciones entre la OTAN y Rusia, los consensos alcanzados son escasos y la tensión en la región sigue latente.
Las tensiones en las zonas fronterizas de Rusia crecen inexorables. Este viernes, John Kirby, el portavoz del Pentágono de Estados Unidos, dijo que Rusia está «buscando un pretexto» para invadir Ucrania, una acusación en medio de las conversaciones por la presencia de la Alianza del Atlántico en las zonas de interés rusas.
Desde el Pentágono aseguraron tener información de que Rusia ha posicionado a un grupo de efectivos para «orquestar» una operación pensada para entrar en suelo ucraniano, algo que podría generar grandes repercusiones a nivel internacional.
Estados Unidos ya había anunciado sus preocupaciones al respecto. El jueves, el secretario del asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, aseguró que las posibilidades de una invasión rusa en Ucrania eran «altas». También amenazó con posibles represalias: si la invasión se llegara a materializar, EE. UU. aplicará sanciones contundentes sobre los sectores estratégicos rusos.
Y este 14 de enero las acusaciones siguen. Según Kirby, la estrategia rusa será argumentar un ataque contra las tropas rusas, o sus aliados en Ucrania, para así entrar en el país y escalar el conflicto.»Los medios estatales ya han empezado a intentar justificar por anticipado algún pretexto para una incursión», sostuvo el portavoz del Pentágono en una rueda de prensa este viernes.
No obstante, pese a la clara escalada de tensiones, en un tono un poco más conciliador el diplomático aseguró que «no cree» que el presidente Vladimir Putin haya tomado la decisión de atacar Ucrania. En su intervención, también señaló su deseo de que la «democracia prevalezca».
Sin embargo, la advertencia de «consecuencias graves» sigue sobre la mesa.
Rusia, a punto de «perder la paciencia» en las negociaciones con la OTAN
La semana de negociaciones entre Rusia y la OTAN no parece haber acercado las posiciones de los dos bandos. De hecho, mientras EE. UU. acusaba a Rusia por intentar ocupar Ucrania, los altos funcionarios rusos lanzaban otra advertencia: la paciencia de Moscú está llegando a su fin.
«Estamos esperando una respuesta por escrito de nuestros colegas. Creemos que ellos entienden la necesidad de hacerlo inmediatamente y de hacerlo por escrito. No esperaremos eternamente», señaló el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, durante una comparecencia pública.
Y es que Rusia está dispuesta a ceder y ofrecer garantías a la Alianza del Atlántico, siempre y cuando esta se aleje de sus fronteras y zonas de influencia. Al respecto, EE. UU. ha prometido responder a las propuestas de Rusia en una semana más o menos.
Esta propone alcanzar un tratado de seguridad en el que la OTAN renuncie a toda actividad militar en el este de Europa, Asia Central y el Cáucaso y que EE. UU. retire sus armas nucleares de todo el continente, entre otros planteamientos. Movimientos que rebajarían el poder militar y armamentístico de EE. UU. en Europa.
Según EE. UU., Rusia tiene cerca de 100.000 operativos en la frontera con Ucrania. Por su parte, el país americano es aliado de Ucrania, a quien da asistencia militar con cerca de 200 efectivos, cifra que podría aumentar. O así lo vaticina Moscú, que aseguró que espera un aumento de la presencia de la OTAN «en los próximos dos o tres meses» en sus inmediaciones, con el pretexto del aumento de tensiones en torno a Ucrania.
Durante su intervención, Lavrov también aseguró que la Unión Europea (UE) podría tener un lugar en las conversaciones -junto a la OTAN- si así lo desea. Sin embargo, resaltó la importancia de que EE. UU. esté a la cabeza de estas ya que, según Rusia, es quien define la política de seguridad en Europa y en otros lugares del mundo.
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