Por RT

Los científicos detectaron que es posible que los péptidos no se originaron en nuestro planeta, sino en nubes moleculares cósmicas.

Un equipo formado por investigadores de la Universidad Friedrich Schiller de Jena y el Instituto Max Planck de Astronomía, ambos en Alemania, ha descubierto una nueva pista que podría arrojar luz sobre el origen de la vida en la Tierra.

En su nuevo estudio, publicado este 10 de febrero, los científicos detectaron que los péptidos, versiones más pequeñas de las proteínas y uno de los componentes básicos necesarios para la existencia de la vida, es posible que no se originaran en nuestro planeta, sino en nubes moleculares cósmicas.

Los expertos señalaron que la vida terrestre podría tener un componente cósmico porque las moléculas orgánicas que se han formado en el espacio fueron transportadas a la Tierra por meteoritos. «Los escenarios de este tipo brindan una alternativa interesante a un escenario de que solo la Tierra tiene los químicos orgánicos necesarios para el surgimiento de formas de vida directamente en la Tierra», explican los investigadores.

El estudio recoge que la vida se constituye siempre a través de los mismos componentes químicos, entre ellos los péptidos, que «realizan varias funciones completamente diferentes en el cuerpo: transportar sustancias, acelerar reacciones o formar andamios estabilizadores en las células» y, a su vez, están compuestos por los aminoácidos. Su orden exacto determina las posibles propiedades de un péptido.

«Cómo surgieron estas biomoléculas versátiles es una de las preguntas sobre el origen de la vida. Los aminoácidos, las nucleobases y varios azúcares que se encuentran en los meteoroides, por ejemplo, muestran que este origen podría ser de naturaleza extraterrestre. Sin embargo, para que se forme un péptido a partir de moléculas de aminoácidos individuales se requieren condiciones muy especiales que anteriormente se suponía que tenían más probabilidades de existir en la Tierra», señalan los científicos.

El papel del agua

«El agua juega un papel importante en la forma convencional en que se crean los péptidos», remarcó el doctor Serge Krasnokutski, agregando que, para que los aminoácidos individuales formen una cadena, hay que eliminar una molécula de agua cada vez. «

Nuestros cálculos químicos cuánticos ahora han demostrado que el aminoácido glicina se puede formar a través de un precursor químico, llamado amino ceteno, que se combina con una molécula de agua. En pocas palabras: en este caso, se debe agregar agua para el primer paso de reacción y se debe eliminar el agua para el segundo».

En paralelo, Krasnokutski y su equipo lograron demostrar durante sus experimentos que existe una vía de reacción que puede desarrollarse en condiciones cósmicas y sin agua presente.

«En lugar de tomar el desvío químico en el que se forman los aminoácidos, queríamos averiguar si las moléculas de aminocetena podían formarse y combinarse directamente para formar péptidos», remarcó Krasnokutski, señalando que el estudio se llevó a cabo «en las condiciones que prevalecen en las nubes moleculares cósmicas«.

Finalmente, los investigadores llegaron a la conclusión de que en condiciones cósmicas no solo se pueden crear aminoácidos, sino también cadenas peptídicas. De ese modo, el próximo paso para los científicos consistirá en averiguar qué ingredientes para la vida podrían haber llegado del espacio exterior y cuáles se mezclaron en nuestro planeta. 

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