Por El Diestro

Hoy, uno de esos medios vendidos al sistema y voceros del relato oficial ha publicado una entrevista brutal con una neumóloga. Se trata del diario argentino ‘Clarín’ y la neumóloga se llama Lucía Langer. Langer, que tiene 46 años, ejerce como neumóloga y pediatra en dos centros médicos argentinos: el Hospital Italiano y en la Clínica Bazterrica.

Y por los comentarios que hace en la entrevista, el periodista de ‘Clarín‘ todavía debe estar alucinando por encontrarse con una profesional sanitaria tan valiente, como ha demostrado ser Langer.

A lo largo de la entrevista deja perlas como esta: “Soy sincera y frontal, por eso no tengo pruritos en decir que no estoy vacunada, que no creo en el Covid ni tampoco en las vacunas. Todo esto es parte de una plandemia… Sigan con el plan pero conmigo no cuenten, yo no soy ningún conejillo de indias”.

Además, sabe perfectamente lo que hay dentro de los viales y nos da la sensación que es seguidora del canal ‘La Quinta Columna’. Lean esto: “El SARS-Cov-2 no es un virus microbiológico, sino que se trata de un virus tecnológico creado deliberadamente en una computadora. Y esto que se inocula a la gente no son vacunas científicamente probadas, es hidróxido de grafeno, una sustancia que produce ondas electromagnéticas de alta frecuencia que causan síntomas que van desde la congestión, fiebre, disnea e inflamación hasta tormenta de citoquinas, inmunodepresión y neumonía bilateral. Además, el grafeno se utiliza para controlar a la gente. Quieren que nos convirtamos en robots humanos”.

Le preguntan, también, sobre quién cree que ha contaminado las mal llamadas vacunas: “Los mismos laboratorios. Es un negocio megamultimillonario espectacular. ¿Quién va a querer perdérselo? El Covid no se contagia, el Covid se irradia, por eso digo que la causa de la enfermedad no es biológica (virus), sino la combinación de radiación electromagnética con agentes tóxicos radiomodulables”.

Qué gusto dar encontrar profesionales de la medicina valientes y sin ningún tipo de complejos a la hora de hablar, como ha demostrado ser Lucía Langer. Ojalá fuera imitada por muchos de sus vendidos colegas. Si esto hubiera sido así, esta farsa se habría acabado hace ya mucho tiempo.

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