El presidente de la Federación de Sindicatos de Alemania propone establecer un límite de velocidad para “ahorrar cada gota de combustible”

Por RT

“Una prohibición de las importaciones del gas ruso nos pondría de rodillas ante [el presidente ruso, Vladímir] Putin”, afirmó Reiner Hoffman.

El presidente de la Federación de Sindicatos de Alemania, Reiner Hoffman, declaró este sábado en una entrevista para Funke Mediengruppe que su país necesita soluciones “a largo plazo” para lograr independencia energética de Rusia, incluida la introducción de un límite de velocidad en las autopistas y las ciudades.

Hablando de una posible prohibición de las importaciones de gas y petróleo rusos a Alemania, Hoffman instó al Gobierno a “ser prudente” en vista de la fuerte dependencia de la nación de los suministros rusos.

“Una prohibición de las importaciones del gas ruso nos pondría de rodillas ante [el presidente ruso, Vladímir] Putin”, afirmó el representante de los sindicados alemanes al señalar que la medida “exacerbaría el conflicto”. “Nos encontraríamos en una situación económica que golpearía muy duro al mercado laboral, con graves consecuencias sociales“, subrayó.

En este contexto, señaló que, cualquiera que sea la situación en Ucrania, Alemania necesita diversificar los suministros de energía, un hecho que requiere una modificación profunda de los hábitos de consumo de los ciudadanos alemanes. “No resolveremos el problema diciéndole a la gente que use dos suéteres más ahora”, señaló Hoffman, quien enfatizó que el país necesita soluciones “a largo plazo”.

“Podríamos introducir temporalmente un límite de velocidad de 100 [kilómetros por hora] en las autopistas y 30 [kilómetros por hora] en las ciudades para reducir el consumo de la energía. Es correcto ahorrar cada gota de combustible que podemos ahorrar”, sugirió. El presidente de los sindicados alemanes apostó también por la expansión del uso de fuentes renovables para lograr la “seguridad energética” en el país.

Hasta un 3 % del PIB

Las sanciones impuestas contra Rusia tras el inicio de su operación militar en Ucrania y las interrupciones en ciertas cadenas de suministros hicieron que los precios de las materias primas se dispararan drásticamente batiendo sus récords históricos en los mercados internacionales.

Mientras, algunas naciones como EE.UU., Canadá y el Reino Unido instan a ampliar las restricciones al sector energético ruso, una medida a que se opone Europa dada su dependencia del gas y el petróleo procedentes de Rusia.

Esta semana, la red de investigación EconPol Europe publicó un informe en el que señalaba que la suspensión de las importaciones de energía rusa podría costar a Alemania hasta un 3 % de su producto interno bruto (PIB) a corto plazo.

“Un embargo inmediato de gas, carbón y petróleo sería contraproducente y causaría mucho más daño a la economía y a los consumidores en Alemania que a Rusia”, expresó Jörg Hofmann, presidente del principal sindicato de Alemania, IG Metall. 

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