Por TheEpochTimes | Who.Int
Visto en: Trikooba Blog
Un grupo de expertos convocado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que el virus causante de COVID-19 seguramente proviene de los animales y probablemente de murciélagos, pero se necesitan más datos para explicar cómo se traspasó a los humanos, incluyendo la posibilidad de algún incidente de fuga de laboratorio.
En su primer informe, publicado el 9 de junio, el grupo asesor científico de la OMS recomendó “más investigaciones” para evaluar si un incidente de laboratorio sería una vía de acceso a los humanos y a otros posibles escenarios, aunque dijo que “no ha habido ningún dato nuevo disponible” para evaluar la teoría de la fuga de laboratorio.
Esta postura supone un fuerte cambio respecto al informe inicial de la agencia en marzo de 2021 sobre el origen del virus, el que dictamina que un origen de laboratorio es “extremadamente improbable”.
El nuevo informe también menciona que los accidentes de laboratorio en el pasado desencadenaron algunos brotes, por lo que la teoría no podía descartarse.
“Todas las hipótesis deben permanecer sobre la mesa hasta que tengamos pruebas que nos permitan descartar o aceptar ciertas hipótesis”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una conferencia de prensa el 9 de junio.
“Esto hace aún más urgente que este trabajo científico se mantenga separado de la política”, añadió.
Pero esto puede no ser una tarea fácil. El informe indica en una nota al pie de la página que tres miembros del panel de Rusia, Brasil y China se opusieron a las recomendaciones, diciendo que “no hay pruebas científicas” para cuestionar la conclusión anterior de la comisión de marzo de 2021.
El informe fue redactado por un equipo, denominado Grupo de Asesoramiento Científico sobre los Orígenes de los Nuevos Patógenos (SAGO), al que se le encomendó la tarea de asesorar a la OMS en las investigaciones sobre los agentes patógenos que podrían desencadenar la próxima pandemia, así como el estudio de los orígenes de la pandemia actual.
El grupo de 27 miembros se estableció el pasado otoño a raíz de las críticas de una docena de países que expresaron su preocupación por el estudio de los orígenes de COVID-19 de la OMS debido a la falta de transparencia y de acceso a datos cruciales de China.
Falta de datos clave
El informe preliminar, de 52 páginas, afirma que aún faltan “datos claves” para determinar cómo comenzó la pandemia de COVID-19.
El grupo afirmó que los datos actuales sugieren un origen zoonótico del nuevo coronavirus y que el virus más cercano relacionado genéticamente era el coronavirus beta identificado en murciélagos de China y Laos.
“Sin embargo, hasta ahora no se han identificado ni los progenitores del virus, ni los huéspedes naturales o intermedios, ni el evento de propagación a los humanos”, añadió.
El grupo de asesoramiento científico cree que el mercado de marisco de Huanan, en Wuhan, donde se registraron las primeras infecciones en China, “desempeñó un papel importante al principio de la amplificación de la pandemia”. El equipo pidió más estudios sobre la información, así como de las muestras ambientales y de animales tomadas en el mercado.
Según el último informe, Ghebreyesus envió dos cartas a los altos funcionarios chinos en febrero solicitando información, incluyendo detalles sobre los primeros casos humanos de COVID-19 en la ciudad de Wuhan y más información sobre las hipótesis de fugas de laboratorio.
No está claro si la autoridad china respondió. Pero las solicitudes anteriores del organismo sanitario de la ONU habían sido rechazadas por el régimen chino.
“Siempre hemos apoyado y participado en el rastreo global del virus con base científica, pero nos oponemos firmemente a cualquier forma de manipulación política”, dijo el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, a los periodistas en la conferencia de prensa del 10 de junio, repitiendo la narrativa del régimen, que desde hace bastante tiempo rechaza más investigaciones sobre los orígenes del virus.
El ministro chino negó una vez más la hipótesis de la fuga en el laboratorio e impulsó a la vez una teoría conspirativa infundada de que el brote se originó en Estados Unidos, aunque el virus surgió por primera vez en la ciudad central china de Wuhan a finales de 2020.
El Partido Comunista Chino ha intensificado su campaña de desinformación en torno al origen del virus desde principios de 2020, en medio de crecientes llamados para investigar cómo su encubrimiento del brote inicial puso en peligro al mundo.
Respuesta
Jamie Metzl, quien forma parte de un grupo consultivo de la OMS no relacionado, sugirió que el Grupo de los Siete países industrializados establezca su propia investigación sobre los orígenes de COVID-19, afirmando que la OMS carece de la autoridad política, la experiencia y la independencia para llevar a cabo una evaluación crítica de este tipo.
A su vez acogió con satisfacción el llamado de la OMS para que se investigue la posibilidad de la fuga en el laboratorio, pero dijo que era insuficiente.
“Trágicamente, el gobierno chino sigue negándose a compartir datos brutos esenciales y no permite la necesaria auditoría completa de los laboratorios de Wuhan”, dijo Metzl a The Associated Press. “Obtener acceso a esta información es fundamental tanto para entender cómo empezó esta pandemia como para prevenir futuras pandemias”.
En Washington, un subcomité dirigido por los republicanos en la Cámara de Representantes sobre la pandemia de COVID-19 escribió en un tuit que “los estadounidenses fueron calumniados como ‘teóricos de la conspiración’ por preguntar si #COVID19 provino de una fuga de laboratorio. Ahora, la OMS se hace las mismas preguntas”.
“NOSOTROS NECESITAMOS RESPUESTAS”, añadió el comité, encabezado por el representante Steve Scalise, de Luisiana.
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