Por Carlos Esteban – gaceta.es
Visto en: TierraPura.Org
Una vez separado de México y antes de integrarse en la Unión, Texas fue una república independiente y, si se cumplen los deseos de los republicanos del Estado de la Estrella Solitaria reunidos en convención, podría volver a serlo. Ah, y Biden es un presidente ilegítimo porque las últimas elecciones presidenciales fueron inconstitucionales. Oh, y la homosexualidad es «un estilo de vida anormal».
Sí, están desatados, o quizá estén troleando a una Administración que avanza en la locura «woke» a velocidad de crucero, además de dejar hecha unos zorros la economía norteamericana que Trump dejó de dulce, como admiten a regañadientes sus propios enemigos. También es, suponemos, un paso más en esa sorda rebelión de los estados republicanos contra la larvada tiranía demócrata durante la pandemia, liderada por la propia Texas y, sobre todo, por la Florida de Ron DeSantis.
Sea como fuere, el Partido Republicano de Texas ha declarado en su convención en Houston que las elecciones de 2020 vulneraron la Constitución y que, en consecuencia, Joe Biden no es un presidente «elegido legítimamente». Una declaración de guerra en toda regla.
En un texto de 40 páginas, la convención bienal reunida en Houston proclama, entre otras perlas: «Rechazamos los resultados certificados de las elecciones presidenciales de 2020 y sostenemos que el presidente en funciones Joseph Robinette Biden Jr. no ha sido elegido legítimamente por el pueblo de Estados Unidos».
La resolución, aprobada en una votación a mano alzada, también apunta a que «sustanciales casos de fraude electoral en áreas metropolitanas» afectaron a los resultados en cinco estados, decidiendo el voto a favor de Biden. Además, dicen, varias secretarías de Estado, que hacen el papel de responsable principal del proceso electoral, «eludieron ilegalmente» lo aprobado por las legislaturas de los estados, violando preceptos constitucionales.
Y si las cosas siguen así de mal en Washington, no va a quedar otra que marcharse, dicen. Bajo la sección titulada «Soberanía del Estado», el documento afirma que «siguiendo el Artículo primero, sección primera de la Constitución de Texas, el Gobierno federal ha infringido nuestro derecho al autogobierno. Por tanto, la legislación emanada de la Unión que vulnere los derechos garantizados por la Décima Enmienda deberán ser ignorados, contrarrestados, rechazados y anulados». «Texas retiene el derecho a separarse de Estados Unidos, y el Congreso de Texas debería aprobar un referéndum al respecto”.
Para acabar de afinar el troleo, la plataforma no ha descuidado las referencias al lobby lavanda, al que dedica dos secciones. Una de ellas, «Homosexualidad y Cuestiones de Género», declara que «la homosexualidad es una opción de estilo de vida anormal», lo que puso comprensiblemente de los nervios al grupo gay del partido, los Log Cabin Republicans, cuyo nombre procede de la instanciada leyenda de que Abraham Lincoln era gay. En cualquier caso, en la presente convención se les ha negado un puesto propio. Además, en el texto los republicanos se niegan a conceder un estatus especial a los LGTBI y se oponen a «todos los esfuerzos por validar la identidad transgénero».
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