Traducido de LifeSiteNews.com por TierraPura.org
La psicóloga británica y miembro del Partido Comunista había sugerido anteriormente que los comportamientos sociales, incluidos el distanciamiento social y el uso de máscaras, tendrían que continuar “siempre” para combatir el COVID y “reducir otras enfermedades”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), un organismo supranacional cuya credibilidad restante se hizo añicos en 2020 después de que empezara a repetir como un loro las mentiras del Partido Comunista Chino sobre el COVID-19, se ha expuesto una vez más a la controversia relacionada con el comunismo.
El lunes, la OMS nombró a la profesora Susan Michie, psicóloga británica y miembro del Partido Comunista de Gran Bretaña desde hace mucho tiempo, como presidenta del Grupo de Asesoramiento Técnico (TAG) de la organización para el Conocimiento del Comportamiento y la Ciencia para la Salud, informó The Telegraph.
Michie fue anteriormente directora del Centro para el Cambio de Conducta del University College de Londres, y asesoró la política del gobierno del Reino Unido sobre el coronavirus como miembro del organismo gubernamental Grupo de Asesoramiento Científico para Emergencias (SAGE).
Susan Michie, a 40-year member of the Communist Party and a leading voice in SAGE’s ‘nudge unit’ that pushed for draconian lockdowns, restrictions and mandates has been appointed as Chair of the WHO’s advisory group on behavioural insights.https://t.co/IDDXmpxNE0
— James Melville (@JamesMelville) July 26, 2022
Durante el tiempo que estuvo asesorando al gobierno británico, Michie pidió restricciones más duras contra el COVID y sugirió que ciertos elementos del “comportamiento” de seguridad contra el COVID, como el distanciamiento social y el enmascaramiento, deberían estar vigentes “para siempre”.
En julio de 2021, Michie dijo al Canal 5 que los nuevos comportamientos sociales, incluyendo el “distanciamiento social” y el uso de máscaras, tendrían que continuar “a largo plazo” para combatir el COVID y “reducir otras enfermedades.”
Cuando se le preguntó cuánto tiempo creía que debían continuar estas prácticas, Michie dijo: “Creo que para siempre, hasta cierto punto”.
David Nabarro, a special envoy from the WHO, said that vaccines won’t be enough to end the pandemic, and that we’ll need to adapt our lifestyles too.
Professor @SusanMichie, a behavioural scientist advising the government, and epidemiologist Dr @shikta_das join @ClaudiaLizaTV. pic.twitter.com/NzSjnbSgve
— Channel 5 News (@5_News) June 9, 2021
En otra entrevista realizada en julio de 2021 en el programa Good Morning Britain de la ITV, en la que el presentador Richard Madeley habló con Michie sobre el posible levantamiento de las restricciones del COVID en Gran Bretaña, Madeley señaló que Mitchie “había sido miembro del partido comunista durante unos 40 años” y que “todavía lo era”.
El escritor socialista Thomas Scripps, escribiendo para el medio de comunicación abiertamente comunista World Socialist Web Site, señaló el año pasado que “Michie es miembro desde hace mucho tiempo del Partido Comunista de Gran Bretaña estalinista, un hecho que ni ella ni los medios de comunicación han considerado un obstáculo para su participación en el gobierno hasta ahora”.
Michie también ha elogiado el sistema socialista y colectivo (independientemente de las críticas que pueda tener la gente) de la China controlada por los comunistas, en contraposición a una sociedad individualista, orientada al consumo y al beneficio, muy dañada por 20 años de políticas económicas neoliberales fallidas.
El llamado Grupo de Asesoramiento Técnico (GAT), que presidirá Michie está compuesto por “22 expertos externos de 16 países, con experiencia en áreas como la psicología, la antropología, la promoción de la salud, la neurociencia, la economía del comportamiento y el marketing social, entre otras”, según la OMS.
Al anunciar la creación del grupo en 2020, la Directora General de la OMS señaló que “las personas toman decisiones en función de una amplia gama de factores que tienen que ver con su cultura, sus creencias, sus valores, sus circunstancias económicas, etc.”, y que la “ciencia del comportamiento” puede utilizarse para ayudarnos a “comprender cómo toman las decisiones las personas, de modo que podamos apoyarlas para que tomen las mejores decisiones para su salud”.
El GAT se encarga de ayudar a la OMS a “incluir sistemáticamente los datos sobre el comportamiento en su trabajo y en la planificación de políticas y programas nacionales de salud”, según el sitio web de la organización.
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