Por RT
La nueva normativa, aunque todavía más permisiva que la de otros Estados conservadores en Europa, busca limitar el derecho a la interrupción del embarazo.
De acuerdo con un nuevo decreto emitido por el Gobierno húngaro, las mujeres que quieran abortar en ese país estarán obligadas a «escuchar el latido del feto» antes de acceder al procedimiento.
La nueva normativa, que responde a políticas impulsadas por el primer ministro Viktor Orbán, entrará en vigor este 15 de septiembre, recoge la prensa local.
Según reza la disposición, las pacientes tendrán que presentar un documento expedido por un ginecólogo-obstetra, que certifique que un profesional sanitario les ha presentado «indicaciones del desarrollo de las funciones vitales del feto», es decir, latidos del corazón, de forma claramente identificable.
«Las investigaciones muestran que casi dos tercios de los húngaros asocian el comienzo de la vida de un niño con el primer latido del corazón», que puede detectarse «en una fase temprana del embarazo utilizando herramientas modernas», dice un comunicado del Ministerio del Interior.
La normativa actual en Hungría permite abortar en mayoría de casos hasta la 12ª semana de embarazo, un lapso bastante permisivo en comparación con legislaciones de otros Estados considerados también como conservadores.
Movimiento global contra el aborto
El llamado movimiento provida está cobrando fuerza en todo el mundo, con una ola de cambios legislativos desencadenada este junio por el Tribunal Supremo de Estados Unidos.
A principios del verano, la Justicia estadounidense anuló la jurisprudencia establecida por el histórico caso Roe contra Wade, de 1973. Tras esa decisión, el aborto ya no es en EE.UU. un derecho nacional, sino que estará regulado por cada estado.
Varios estados de EE.UU. han endurecido las normas sobre la interrupción del embarazo, al aprobar variantes de las llamadas «leyes del latido del corazón». Según estas, no se puede abortar si ya se detecta un latido, lo que es posible a partir de las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas.
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