Por RT
En septiembre, los consumidores recortaron las compras de objetos caros, como ordenadores, televisores, muebles, según un estudio del Consorcio Británico de Minoristas.
Los británicos se apresuran a comprar mantas, ropa de abrigo y electrodomésticos de bajo consumo, ante el duro invierno que se avecina, preparándose así para combatir la subida de los precios energéticos.
Esta tendencia se desprende del último estudio publicado este martes por el Consorcio Británico de Minoristas (BRC, por sus siglas en inglés), de cuyos resultados se hace eco Bloomberg.
Paralelamente, en el último mes los consumidores redujeron las compras de objetos caros, como ordenadores, televisores y muebles. Pese a que el valor total de las ventas creció un 2,2% en comparación con el año pasado, este incremento se debió al drástico aumento de los precios de los comestibles.
Asimismo, el volumen de las compraventas siguió a la baja, dado que los hogares se preparaban para un aumento del 27 % del precio máximo de energía a partir del 1 de octubre.
Por su parte, Helen Dickinson, directora ejecutiva del BRC, destaca que los costes y los salarios crecientes complican a los minoristas rebajar los precios para los hogares.
«Se avecina un invierno duro, tanto para los minoristas como para los consumidores. Los costes están aumentando en toda la cadena de suministro de los minoristas, la libra [esterlina] sigue siendo débil, las tasas de interés están creciendo y un mercado laboral restringido eleva el coste de contratación», explicó.
Entretanto, la inflación, que este año alcanzó cifras no vistas en décadas, se sitúa actualmente en el 9,9%, aunque la meta del Banco de Inglaterra para este índice es del 2 %. Mientras, el principal tipo de interés, que venía siendo aumentado a lo largo del año, quedó fijado en el 2,25 %, principalmente para combatir las tendencias inflacionarias.
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