por Por Mundo Esotérico y Paranormal
Baba Vanga, la vidente búlgara que predijo el 11 de septiembre y el ascenso al poder de Donald Trump, continúa compartiendo sus visiones años después de su muerte. Escribimos sobre las predicciones de la clarividente ciega para 2023 y, lamentablemente, están llenas de pesimismo.
Y una de las profecías más terribles de Vanga es que una central nuclear podría explotar, formando nubes tóxicas sobre Asia. La clarividente predijo que otros países podrían verse afectados por la explosión debido a la propagación de enfermedades graves a medida que las nubes tóxicas avanzan por el mundo.
Expertos en la materia consideran que se trataría de un posible desastre nuclear en Ucrania, ya que Rusia podría atacar la central nuclear de Zaporiyia en Ucrania, la mayor central nuclear de Europa y la tercera del mundo. Pero no podemos descartar que lo que Vanga vio fue una devastadora guerra nuclear.
Sobrevivir a una poderosa explosión nuclear
Desde que comenzó la invasión de Rusia a Ucrania hace casi un año, la amenaza de una devastadora guerra nuclear está más cerca que nunca. Ahora, un estudio revela la mejor manera de sobrevivir a una poderosa explosión nuclear si estás dentro de un edificio de hormigón, siempre y cuando no haya sido derribado por la explosión.
“La gente debe mantenerse alejada de estos lugares e inmediatamente buscar refugio”, dijo el autor principal del estudio, el Dr. Ioannis Kokkinakis, de la Universidad de Nicosia, Chipre. “Incluso en la habitación delantera frente a la explosión, uno puede estar a salvo de las altas velocidades del aire si se coloca en las esquinas de la pared frente a la explosión.”
Los hallazgos basados en simulaciones por ordenador son realmente oportunos. La semana pasada, el propagandista Vladímir Soloviov instó a Rusia a bombardear Gran Bretaña. Incluso Solovyov ha pedido al Kremlin que apunte a Occidente por suministrar tanques y otras armas a Ucrania.
“Hay una Tercera Guerra Mundial a gran escala”, dijo Solovyov. “Gran Bretaña tomó una decisión. Por lo tanto, es legítimo atacar cualquier objetivo militar en el territorio de Gran Bretaña y Francia. Tenemos que hacerlo oficial y, si es necesario, podemos usar armas nucleares tácticas.”
El equipo chipriota utilizó técnicas de modelado avanzadas para estudiar cómo una onda expansiva nuclear se acelera a través de una estructura en pie. Su modelo presentaba habitaciones, ventanas, puertas y pasillos para calcular la velocidad del aire después de la onda expansiva y determinar los mejores y peores lugares para estar.
“Antes de nuestro estudio, el peligro para las personas dentro de un edificio reforzado con hormigón que resiste la onda expansiva no estaba claro”, explicó el coautor principal del estudio, el profesor Dimitris Drikakis. “Nuestro estudio muestra que las altas velocidades del aire siguen siendo un peligro considerable y aún pueden provocar lesiones graves o incluso muertes.”
Los resultados mostraron que simplemente estar en un local sólido no es suficiente para evitar el riesgo. Los espacios reducidos aumentan la velocidad del aire. La onda expansiva hace que el aire se refleje en las paredes y se doble en las esquinas, produciendo una fuerza equivalente a hasta 18 veces el peso del cuerpo humano.
“Los lugares interiores críticos más peligrosos que se deben evitar son las ventanas, los pasillos y las puertas”, continúa explicando el Dr. Kokkinakis.
El tiempo entre la explosión y la llegada de la onda expansiva es de solo unos segundos, por lo que es fundamental llegar rápidamente a un lugar seguro.
“Además, habrá mayores niveles de radiación, edificios inseguros, líneas eléctricas y de gas dañadas e incendios”, añade el profesor Drikakis. “La gente debería estar preocupada por todo lo anterior y buscar ayuda de emergencia inmediata.”
Lo cierto es que no existe un buen lugar para estar cuando estalla una bomba nuclear. Cualquier cosa demasiado cerca se vaporiza instantáneamente. La radiación representa una grave amenaza para la salud, incluso a distancia. En el medio, existe otro peligro: la onda expansiva generada por la explosión, que puede producir velocidades lo suficientemente fuertes como para elevar a las personas por el aire y causar lesiones graves.
Los investigadores simularon la explosión de una bomba atómica de un misil balístico intercontinental (ICBM) típico y la onda expansiva resultante para ver cómo afectaría a las personas que se refugian en el interior. Fue suficiente para derribar algunos edificios y herir a las personas que se encontraban en el exterior. Sin embargo, las estructuras de hormigón pueden permanecer en pie.
Los investigadores, cuyos hallazgos se publicaron en la revista científica Physics of Fluids, esperan que nunca sea necesario seguir sus consejos. Pero comprender los efectos podría ayudar a prevenir lesiones y guiar los equipos de rescate.
Sin duda alguna nos encontramos en un momento muy peligroso de nuestra historia, con las principales potencias con armas nucleares que en caso de guerra no dudarían en utilizar. Y las principales víctimas seriamos todos nosotros. Sería el verdadero apocalipsis en la Tierra.
¿Estás preparado para sobrevivir a una explosión nuclear?
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