Por Mercola

Visto en: Trikooba

Como advierte el Dr. Jospeh Mercola, existen contradicciones muy obvias entre las instrucciones de la Organización Mundial de la Salud con respecto a la necesidad de vacunas antiCOVID en África y la situación real.

El 12 de diciembre de 2022, la OMS les pidió a todos los países que apliquen la vacuna antiCOVID en al menos el 70 % de su población. (1) Su fecha límite original para alcanzar este umbral era mediados de 2022, pero para junio de 2022, solo 58 de los 194 estados miembros habían alcanzado este objetivo. (2)

De acuerdo con la OMS, durante los primeros días de la campaña de vacunación las vacunas eran escasas, faltaba apoyo técnico y apoyo financiero, pero esos obstáculos ya se resolvieron. Como resultado, ahora todos los países tienen la capacidad de cumplir con el objetivo del 70 %.

La OMS afirma que las tasas bajas de vacunación amenazan a los países de bajos ingresos

El “problema” en este momento es administrar las vacunas, es decir “vacunar a todo el mundo”. (3) Para abordar eso, la OMS sugiere integrar los servicios de vacunas antiCOVID-19 “con otros servicios de inmunización, junto con otras intervenciones sociales y de salud”. Ya que dicen que esto maximizará el impacto y “desarrollará capacidad a largo plazo”.

La OMS también enfatiza que, “a medida que disminuye la percepción del riesgo del virus por parte de las personas, es necesario implementar los planes cuidadosos de comunicación de riesgos y participación comunitaria para aumentar la demanda de las vacunas”. Para garantizar que los países de bajos ingresos se sumen al objetivo del 70 %, la OMS también lanzó su programa: The COVID-19 Vaccine Delivery Partnership en enero de 2022.

Este es un esfuerzo internacional “para intensificar la manera en que se preparan y el apoyo a la entrega” en 34 países que no han aceptado por completo las vacunas antiCOVID. Los socios incluyen UNICEF, Gavi y el Banco Mundial. De acuerdo con la OMS: (4)

“A pesar del éxito incremental desde su lanzamiento en enero de 2022, los países de ingresos bajos y medios-bajos enfrentan problemas para lograr un cambio en las tasas de vacunación.
Esto representa una grave amenaza para la recuperación económica, incluso debido al riesgo de que nuevas variantes provoquen grandes olas de enfermedades graves y muertes en poblaciones con tasas bajas de vacunación.
También significa que acelerar la entrega de otras herramientas y tratamientos de COVID-19 es una prioridad para ayudar al mundo a protegerse del virus. Para aumentar los niveles de vacunación y acelerar el acceso, se requiere una acción concertada y urgente de los países, socios y agencias internacionales, junto con los ministros de Finanzas del G20”.

En resumen, la OMS está preocupada de que los países con tasas bajas de vacunación antiCOVID sufran en caso de que cumplan o superen el objetivo de vacunar al 70 % de su población. Pero, ¿en qué se basa esa preocupación? Desde luego, no en el mundo real.

Las declaraciones de la OMS contradicen las situaciones del mundo real

Las declaraciones hechas por la OMS contradicen varias situaciones del mundo real. Para empezar, mientras que las naciones desarrolladas con tasas altas de vacunación lucharon contra el COVID-19 durante gran parte de 2021 y 2022, en África fue todo lo contrario, a pesar de que su tasa de vacunación fue demasiado baja.

Se dice que los científicos están “desconcertados” sobre cómo a África no se preocupó en los más mínimo, a pesar de que los datos demuestran que cuantas más vacunas antiCOVID reciba, mayor será su riesgo de contraer la enfermedad y terminar en el hospital.

Durante el año pasado, los investigadores advirtieron que las vacunas antiCOVID parecen destruir el sistema inmunológico de las personas, lo que las hace vulnerables, no solo al COVID, sino también a otras infecciones. (5) Por lo que es lógico que África, con su tasa baja de vacunación, no se vea afectada por los casos de COVID provocados por sistemas inmunológicos débiles.

En segundo lugar, las variantes se han vuelto más leves (menos patógenas) con cada iteración, aunque más infecciosas (es decir, se propagan más fácil). Entonces, ¿por qué la OMS está preocupada por “el riesgo de que nuevas variantes provoquen grandes olas de enfermedades graves y muertes en poblaciones con tasas bajas de vacunación”? ¿En qué se basa ese “riesgo”?

Y, dado que la infección por COVID sigue siendo más leve y ha tenido una letalidad igual o menor que la influenza (6,7,8,9,10) desde mediados de 2020, ¿por qué sigue siendo una “prioridad” acelerar la entrega de tratamientos contra el COVID?

Como recordatorio, de acuerdo con un estudio del 2 de septiembre de 2020 en Annals of Internal Medicine, la tasa general de mortalidad por infección no institucionalizada por COVID fue de solo 0.26 %. Por debajo de los 40 años de edad, la tasa de mortalidad por infección fue solo del 0.01%. Mientras tanto, la tasa estimada de mortalidad por infección por influenza estacional es del 0.8 %. (11)

Informe de Uganda

Campbell cita una encuesta a gran escala realizada por un socio de salud comunitario en Uganda que encuestó a médicos, enfermeras y funcionarios médicos en todo el país, y “en realidad, ya nadie atiende casos de COVID”, dice.

Ya nadie recibe la vacuna ni se hacen la prueba de COVID. No hay necesidad, porque nadie se enferma de COVID, al menos no hasta el punto de necesitar atención médica.

De hecho, el gobierno de Uganda dejó de publicar las pautas de COVID. Desde su perspectiva, la pandemia ya terminó. Eso es lo mismo en otros países africanos. Dada la situación, ¿de verdad es una necesidad vacunar a 30 millones de personas en Uganda contra una enfermedad de la que nadie se enferma?

Lo que Uganda necesita son tratamientos contra la malaria, mosquiteros, agua potable y antibióticos. “Esas son las verdaderas prioridades”, dice Campbell. Entonces, ¿qué pasa con la aparente desconexión entre las prioridades de la OMS y lo que en realidad sucede en áreas con tasas bajas de vacunación antiCOVID? El ejercicio de Contagio Catastrófico de la OMS (12,13) nos da pistas.

The Disconnect revela las verdaderas intenciones de la OMS

El 23 de octubre de 2022, la OMS, Bill Gates y Johns Hopkins organizaron un ejercicio global denominado “Contagio catastrófico”. (14,15) que involucra el brote de un nuevo patógeno llamado “síndrome respiratorio epidémico grave por enterovirus 2025” (SEERS-25).

De manera reveladora, este ejercicio de simulación se enfocó en involucrar y capacitar a los líderes africanos para seguir el guión de la pandemia. Los participantes incluyeron 10 ministros de salud actuales y anteriores y altos funcionarios de salud pública de Senegal, Ruanda, Nigeria, Angola y Liberia. (También asistieron representantes de Singapur, India y Alemania, así como el propio Gates).

Las naciones africanas se salieron del guión con más frecuencia que otras durante la pandemia de COVID y no siguieron los pasos de las naciones desarrolladas cuando se trataba de impulsar las vacunas. Como resultado, ahora los fabricantes de vacunas enfrentan el problema de tener un gran grupo de control, ya que la aceptación de la vacuna antiCOVID en el continente africano fue solo del 6 %. (16)

No pueden explicar cómo o por qué a África le fue mejor que a las naciones desarrolladas con tasas de vacunación más altas en términos de infecciones por COVID-19 y muertes relacionadas. (17)

La OMS necesita deshacerse de este grupo de control, por lo que empezó a reclutar y capacitar a los líderes africanos sobre cómo impulsar la vacuna con los puntos de conversación de la OMS. Creo que esta es la única razón por la que la OMS aún se refiere al COVID-19 en términos catastróficos.

La OMS necesita pandemias adicionales para asegurar su poder

En este punto, está muy claro que la “bioseguridad” es el medio elegido por el que la camarilla globalista pretende marcar el comienzo de su gobierno mundial único. La OMS quiere asegurar el poder exclusivo sobre la respuesta a la pandemia a nivel mundial a través de su tratado de pandemia que, de implementarse, erradicará la soberanía de las naciones miembros.

El tratado de pandemia de la OMS es la puerta de entrada a un régimen totalitario global. Pero, para asegurar ese poder, necesitarán más pandemias. El COVID-19 por sí solo no fue suficiente para que todas las personas se unieran a una unidad de respuesta pandémica centralizada, y tal vez lo supieron desde el principio.

Entonces, la razón por la que podemos estar seguros de que habrá pandemias adicionales, ya sea que se fabriquen solo con miedo y exageración o con un arma biológica real creada para este mismo propósito, es porque el plan de adquisición, también conocido como El Gran Reinicio, se basa en la premisa de que necesitamos vigilancia de bioseguridad global y una respuesta centralizada.

La bioseguridad, a su vez, justifica la idea de implementar un pasaporte de vacunación internacional, que el G20 acaba de firmar, y ese pasaporte también será su identificación digital. Por lo tanto, esa identificación digital estará ligada a su puntaje de crédito social, rastreador de huella de carbono personal, registros médicos, registros educativos, registros de trabajo, presencia en las redes sociales, registros de compras, sus cuentas bancarias y una moneda digital del banco central programable (CBDC).

Una vez que todas estas piezas estén conectadas, se encontrará en una prisión digital, y la camarilla gobernante, ya sea un gobierno mundial o no, tendrá control total sobre su vida desde la cuna hasta la tumba.

El tratado de pandemia de la OMS es lo que provoca esta cadena de eventos, ya que tendrá el poder de implementar pasaportes de vacunas a nivel mundial una vez que se firme el tratado. La OMS también tendrá el poder de exigir vacunas, estandarizar la atención médica y emitir restricciones de viaje.

Es probable que este tratado se apruebe este año, lo que significa que la OMS deberá intensificar la narrativa de COVID una vez más o buscar otra pandemia para justificar este tipo de acciones.

El Tratado de Pandemia es la sentencia de muerte para la libertad en todo el mundo

Es importante comprender que el tratado de pandemia de la OMS alterará la estructura del poder mundial y lo despojará de algunos de sus derechos y libertades más básicos. Es un ataque directo a la soberanía de sus estados miembros, así como un ataque a su autonomía corporal.

Una vez firmado, todos los países miembros estarán sujetos a lo que diga la OMS. Si la OMS dice que todas las personas del planeta deben tener un pasaporte de vacunas e identidad digital para garantizar el cumplimiento de las vacunas, eso es lo que todos los países se verán obligados a implementar, incluso si las personas rechazaron dichos planes con procesos democráticos locales.

También existen razones para sospechar que la OMS tiene la intención de extender su liderazgo soberano a los sistemas de atención médica de todas las naciones al implementar de manera eventual un sistema de atención médica universal o “socialista” como parte del Gran Reinicio. Tredos, quien es el director general de la OMS, dijo que su “prioridad central” es impulsar al mundo hacia la cobertura sanitaria universal. (18)

Se predice que los confinamientos climáticos serán los siguientes

Si se considera que la OMS cambió su definición de “pandemia” a “una epidemia mundial de una enfermedad”, (19) sin la especificidad original de una enfermedad grave que causa alta morbilidad, (20,21) se podría hacer casi cualquier cosa para ajustarse al criterio pandémico. Esto significa que una vez que estén en el poder, no necesitarán depender solo de las amenazas patógenas.

También podrían declarar una pandemia global por una amenaza no infecciosa, como el calentamiento global, por ejemplo. Tal declaración le permitiría a la OMS eludir las leyes vigentes para preservar nuestra libertad y permitiría que se implementen medidas tiránicas como confinamientos y restricciones de viaje.

De hecho, la idea de “confinamientos climáticos” ha sido tema de burla en múltiples ocasiones. (22) De acuerdo con The Pulse: (23)

“Los confinamientos climáticos y otras restricciones se promocionarán como salvar a las personas del mundo de sí mismas. ¿Quién estaría en desacuerdo con tales medidas cuando la supuesta intención será de buena voluntad?
Como vimos con los mandatos de COVID, si alguna vez se llevan a cabo mandatos climáticos, se promoverán como una acción muy noble y necesaria. Las personas que no estén de acuerdo y presenten evidencia de que tales acciones no son efectivas o impactantes y, en cambio, causan más daño, tal vez serán silenciados, censurados y ridiculizados.
¿Cómo sería un confinamiento climático? Bueno, si se llevara a cabo tal iniciativa, los gobiernos limitarían o prohibirían el consumo de muchos alimentos. Prohibirían o limitarían el uso de vehículos privados, o limitarían la distancia que se puede viajar en un automóvil o incluso en avión.
Trabajar desde casa podría convertirse en la norma permanente si se establecen impuestos especiales al carbono. Dichos impuestos podrían imponerse a las empresas, lo que limitaría conducir o las millas aéreas, y eso se extendería a los empleados. Las escuelas, en especial las que están influenciadas por los sindicatos de maestros, podrían imponer días permanentes solo en línea”.

Funcionarios de todo el mundo han sugerido cierres climáticos

Como señaló The Pulse, varios funcionarios de todo el mundo han expresado su apoyo a los confinamientos climáticos e ignoran por completo los efectos devastadores que tuvieron los confinamientos debido al COVID. Esto solo demuestra que los confinamientos nunca se trataron de la salud pública y nunca lo serán.

Entre las personas que apoyan los confinamientos climáticos tenemos al ministro de salud de Alemania, Karl Lauterbach, quien en diciembre de 2020 proclamó que abordar el cambio climático requeriría restricciones a la libertad personal, similares a las implementadas para “aplanar la curva” del COVID. (24)

La profesora de economía británica llamada Mariana Mazzucato es otra defensora de los confinamientos climáticos, quien en septiembre de 2020 advirtió que “en un futuro cercano, es posible que el mundo deba recurrir una vez más a los confinamientos, esta vez para abordar una emergencia climática”. (25)

También tenemos las declaraciones de Bill Gates (26) y la Cruz Roja, (27) ambos afirmaron en 2020 que el cambio climático representa una amenaza mayor para la humanidad que el COVID, y que se debe confrontar con la misma urgencia y resolución. El Foro Económico Mundial (FEM), las Naciones Unidas y la OMS también han publicado artículos en los que declaran su intención de “combatir el cambio climático” al encerrar a la sociedad. (28)

En particular, en el artículo “How to Fight the Next Threat to Our World: Air Pollution”, publicado por el WEF (29) y coescrito por el director del Departamento de Medio Ambiente y Salud de la OMS, se sugiere que los temas de salud y clima se combinen en uno solo. Como se indica en ese artículo:

“Podemos enfrentar estas crisis de manera más efectiva y justa si las abordamos como una sola y fomentamos el apoyo en todos los sectores de la economía. El COVID-19 ha demostrado que los humanos tenemos la capacidad innata de levantarnos y proteger la salud de nuestra gente más vulnerable. Tenemos que hacer lo mismo con la contaminación del aire”.

Recuerde, si la OMS tiene el poder exclusivo sobre la salud global, la combinación de los problemas de salud y clima, automáticamente le darán a la OMS el pode para emitir confinamientos climáticos. Algunas personas afirman que los confinamientos climáticos ya han comenzado (30) con el corte aleatorio de la energía de las personas a pesar de que no existe un corte real; una manera de detener el progreso para aceptar que no siempre habra luz.

La idea de que la OMS aprovechará la oportunidad de implementar confinamientos climáticos también se puede ver en el Manifiesto de la OMS para una recuperación saludable de COVID-19, que establece: (31)

“Las medidas de ‘confinamientos’ que han sido necesarias para controlar la propagación de COVID-19 han ralentizado la actividad económica y perturbado vidas, pero también han dado algunos atisbos de un posible futuro más brillante.
En algunos lugares, los niveles de contaminación han reducido hasta tal punto que las personas han respirado aire limpio, han visto cielos azules y aguas cristalinas, o han podido caminar y andar en bicicleta de manera segura con sus hijos, por primera vez en sus vidas.
El uso de la tecnología digital ha acelerado nuevas formas de trabajar y conectarnos entre nosotros, desde reducir el tiempo de desplazamiento, contar con formas más flexibles de estudiar, realizar consultas médicas a distancia, a pasar más tiempo con nuestras familias.
Las encuestas de opinión de todo el mundo demuestran que las personas quieren proteger el medio ambiente y preservar los aspectos positivos que han surgido de la crisis, a medida que nos recuperamos.
Las decisiones que se tomen en los próximos meses pueden “fijar” patrones de desarrollo económico que causarán daños permanentes y crecientes a los sistemas ecológicos que sustentan la salud y los medios de subsistencia de todos los seres humanos o, si se toman con prudencia, pueden promover un mundo más saludable, justo y renovable”.

Este manifiesto también presenta muchos otros aspectos del plan del Gran Reinicio, incluyendo ciudades inteligentes, restricciones de viaje, nuevos sistemas alimentarios, una transición completa a la energía renovable y más. Pero de nuevo, lo que en realidad facilitará todos estos cambios es tener una base de poder centralizada, y esa es la OMS.

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