Se están desplegando esfuerzos en todo el mundo para instalar en el cerebro humano interfaces inalámbricas, es decir, herramientas de comunicación, entre el cerebro y el ordenador.
La optogenética es uno de los métodos más ambiciosos en este sentido. En la actualidad, más de 1.000 laboratorios de todo el mundo, algunos de ellos pertenecientes a organizaciones gubernamentales, trabajan sobre diferentes métodos optogenéticos.
¿Qué es la optogenética? La optogenética es una combinación de métodos genéticos y ópticos que permite provocar acontecimientos en las células objetivo, los tejidos o los seres vivos complejos con la ayuda de una luz LED.
La optogenética ya se utiliza en todo el mundo con fines muy diversos, por ejemplo para aplicaciones biomédicas y el tratamiento de enfermedades neuronales. Una de las ventajas de la optogenética es que potencialmente no requiere ninguna intervención quirúrgica, sino sólo una inyección de terapia génica. Ciertas proteínas sensibles a la luz se embalan en un virus y se inyectan en el lugar previsto del cerebro, donde infectan diferentes células. Gracias a estas proteínas sensibles a la luz, es posible excitar o inmovilizar determinadas redes neuronales de forma selectiva mediante la luz LED.
En otras palabras, la luz LED permite borrar y anular los recuerdos así como controlar e influir de forma rápida y precisa en las células cerebrales y musculares y, por tanto, en los sentimientos, los pensamientos, los movimientos corporales y el comportamiento. Por lo tanto, la optogenética sólo requiere una luz LED que irradie las neuronas del cerebro. La irradiación, se hace por ejemplo, a través la bóveda del cerebro o mediante nano-LEDs que se implantan en el cuerpo.
Paralelamente a la investigación optogenética, anualmente se celebra un foro LED en el que se reúnen las principales figuras de la industria internacional de la iluminación. Entre los temas que se debatieron en este foro se encuentra el uso de micro-LEDs, que son importantes para mejorar la emisión de luz para la optogenética.
O bien el Internet de las cosas y el objetivo de integrar un sensor en cada lámpara LED con el fin de asegurar la transmisión digital de datos a través e la luz LED. Es interesante observar que entre los intervinientes en el foro LED se encuentran personas muy cercanas tanto al Foro Económico Mundial (FEM) como al Club de Roma. Por ejemplo, en 2019, Andreas Huber, actual director general del Club de Roma Alemania, presentó una ponencia.
El Club de Roma está considerado como el mayor grupo de reflexión de la élite para un nuevo orden mundial, que ve la solución a los problemas del mundo en una reducción drástica de la población. También es el club que apoyó la creación del FEM de Klaus Schwab. El FEM, por su parte, está impulsando un nuevo orden mundial con el proyecto «Great Reset».
El FEM considera que la optogenética es una de las tecnologías decisivas para modelar las próximas décadas. En su página web dice textualmente: «Nuestros cerebros están compuestos por miles de millones de células llamadas neuronas, y estas neuronas se comunican entre sí a través de circuitos neuronales. La optogenética nos permite por primera vez manipular los mensajes que estas neuronas se envían entre sí. Esta técnica podría utilizarse eventualmente para manipular recuerdos, emociones y pensamientos…»
Dado que altos cargos políticos de la Comisión Europea, como Ursula von der Leyen, mantienen una estrecha amistad con el FEM no es de extrañar que la Comisión Europea también esté entusiasmada con la optogenética:
«Aunque no seamos conscientes de ello, las células nerviosas son esenciales para nuestra capacidad de entender e interactuar con nuestro entorno. Gracias a la optogenética, estas células pueden ahora ser controladas por la luz con una gran precisión».
También fue la Comisión Europea la que introdujo la controvertida prohibición de las bombillas incandescentes en 2009 y, por tanto, posibilitó el uso de diodos emisores de luz LED.
Es sumamente preocupante que círculos como el Club de Roma o el FEM, que ven en la reducción de la población o en el «Great Reset» la solución a los problemas del mundo, promuevan tecnologías como la optogenética. Un «Great Reset», cuyo objetivo, según el FEM, es que en 2030 no tengamos nada, aunque, sin embargo, seremos felices. ¿Quizás felices gracias a la manipulación optogenética aplicada?
Fuente: http://www.verdadypaciencia.com/
Visto en: Astillas de Realidad
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