Por Extranotix
Un cirujano pediátrico tuvo un encuentro con criaturas desconocidas en las proximidades de un río en Uruguay. Emilio Cognada habló sobre el incidente en la televisión local. El hombre sale a menudo a pescar con compañeros de trabajo y vecinos. Mientras navegan en balsa por el río, llegan a su lugar favorito, donde montan un campamento de tiendas de campaña.
Amarradas las balsas, los amantes de la naturaleza se instalaron en sus tiendas. El fuego se apagó rápidamente. Y el campamento se sumió en el silencio y la oscuridad. La gente se despertó con un sonido monótono que venía literalmente de todas partes. Más allá, se veían destellos brillantes a través del material de la tienda.
El primero en salir fue el amigo de Emilio. Algo grande voló sobre las copas de los árboles, los rayos de luz de docenas de reflectores salieron de él en diferentes direcciones. Los demás testigos presenciales describieron lo mismo.
El objeto volador dio vueltas en el cielo durante 25 o 30 segundos, y luego las luces se apagaron bruscamente. Todo lo que sucedía estuvo acompañado, como suele suceder, por un silencio absoluto por parte de los representantes de la fauna. Quien haya estado alguna vez en la selva por la noche sabe que se oyen ruidos de actividad a todas horas.
Unos minutos más tarde, el ruido proveniente del OVNI se hizo más fuerte. Mientras los hombres miraban sin éxito en la oscuridad total del cielo, alguien apareció detrás de ellos. Temiendo que pudiera ser un animal salvaje, Emilio Cognada agarró su pistola de bengalas y disparó hacia arriba. Una luz roja brillante iluminó el área. En esta tenue iluminación, la gente podía ver pequeños humanoides corriendo por el campamento.
El médico de profesión está convencido de que no se trataba de personas ni de monos. Sus movimientos corporales y su propio físico delataron a estas criaturas desconocidas. Contaron un total de 5 o 6 extraterrestres. La escena duró pocos minutos, tras los cuales un destello brillante cegó a la gente. Probablemente en ese momento los extraterrestres regresaron a su nave, ya que no se les veía por ninguna otra parte.
Por la mañana, Emilio descubrió que muchas cosas estaban cortadas. Además, donde los cortes eran visibles, el material se había derretido. En otras palabras, los cuchillos que se habían utilizado tenían una temperatura muy alta. Además, se encontraron huellas de pequeños pies de cuatro dedos en el suelo.
¿Qué buscaban los humanoides entre las pertenencias de los pescadores? Cognada está convencido de que el encuentro no fue accidental sino, por el contrario,, significativo. Emilio pasará sus vacaciones en el mismo lugar el próximo año. Su intención es volver a ponerse en contacto con ellos, si es posible.
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