Por RT
Lo sucedido es «otra clavija de muerte en el ataúd del mar Báltico», opinó el secretario general de la filial danesa del Fondo Mundial para la Naturaleza, Bo Oksnebjerg.
Las poblaciones de bacalao y marsopas, entre otros animales acuáticos presentes en el mar Báltico, corren riesgo de exterminio por causa de la liberación de sustancias tóxicas en el lecho marino tras las explosiones del gasoducto Nord Stream, acto terrorista perpetrado a finales de septiembre pasado, estimó un grupo de ecólogos.
Un informe que el periódico The Copenhagen Post recogió este lunes, destaca la presencia de plomo y tributilo de estaño en las aproximadamente 250.000 toneladas de material sedimentado en el fondo tras ser removido por las cuatro detonaciones sucesivas.
El fenómeno afectó un área equivalente al doble de la superficie de la cercana isla Bornholm, zona donde bacalaos y marsopas tenían sus criaderos.
El científico Hans Sanderson, del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), uno de los coautores del informe, explicó que la exposición de los animales marinos a esas sustancias nocivas los enfermará, cuando menos. «Algunos de ellos morirán y otros tendrán dificultades para reproducirse», pronosticó.
Además, se estimó que todas las marsopas que se encontraban a menos de cuatro kilómetros de los focos de este acto terrorista deben haber muerto por los efectos de las ondas de choque, y todas las que estaban dentro de un radio de 50 kilómetros posiblemente quedaron sordas.
Los científicos estiman que el ataque empeoró la condición de un área marina que ya estaba en una situación grave. El secretario general de la filial danesa del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés),Bo Oksnebjerg, calificó la zona afectada como el «peor lugar imaginable» para que sucediera la «tragedia» de la destrucción del gasoducto. En su opinión, es «otra clavija de muerte en el ataúd del mar Báltico».
- Este 8 de febrero, el legendario periodista Seymour Hersh, ganador del premio Pulitzer en 1970, publicó un artículo en el que afirma que fueron buzos de la Armada estadounidense los que colocaron los explosivos bajo los gasoductos Nord Stream en junio de 2022.
- Según una fuente familiarizada con el asunto, la operación se llevó a cabo bajo la cobertura de los ejercicios BALTOPS 22 de la OTAN. De acuerdo con el periodista, Noruega ayudó a los buzos a colocar las cargas explosivas. Tres meses más tarde, los dispositivos fueron activados de forma remota para destruir esas estructuras.
Deja una respuesta